El Gobierno belga enviará desde julio próximo aviones F16 para bombardear las posiciones del grupo islamista radical Estado Islámico (EI) en Siria, como parte de la ofensiva de la coalición internacional contra esa milicia. La primera operación está prevista para el mes de julio, cuando Bruselas envíe seis aviones de combate a la zona y releve a la misión holandesa durante un periodo de 12 meses.
La decisión no constituye ninguna sorpresa, según el periódico belga Satandaard, que recuerda que en marzo se anunció que Washington había pedido formalmente a Bruselas extender su misión en el país árabe. Entonces, el canciller Didier Reynders se mostró a favor de la propuesta, a pesar de que existen reservas en la política belga sobre la participación de los militares en zonas de guerra.
Hasta ahora, Bélgica solo había bombardeado posiciones del EI en Irak, utilizando aviones que tiene estacionados en una base aérea jordana. Tras la decisión de hoy del Gobierno, el Parlamento federal belga deberá mantener un debate sobre la cuestión. Bélgica se encuentra en estado de alerta por amenaza terrorista tras las explosiones del pasado 22 de marzo en el aeropuerto Zaventem y en el subte, que se cobraron la vida de una treintena de personas y dejaron alrededor de 300 heridos.
Como consecuencia de los atentados, el gobierno belga introdujo el cuarto nivel de amenaza terrorista en el país, cerró la frontera con Francia y reforzó el control en las instalaciones nucleares. Entre los fundamentos jurídicos de una intervención belga en Siria, el primer ministro belga, Charles Michel, identificó la resolución de la ONU de noviembre pasado que autorizó la lucha contra el EI en los territorios controlados por la organización terrorista y el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas que consagra el derecho a la legítima defensa.
