Un equipo de la JIAAC se encuentra trabajando en los restos de la aeronave y se autorizó su traslado para continuar la investigación. Los servicios concurrentes actuaron en tiempo y forma y hasta el momento no se detectaron otros indicios que pudieran tener relación con el presente suceso.
“Se encuentra en proceso de ejecución el mecanismo de notificación al exterior. Se solicitará asistencia del fabricante a través del National Transportation Safety Board (NTSB), debido a la necesidad del desarme e inspección completa del motor que presentó la falla”, detalló en un comunicado la JIAAC.
A la vez que se remarcó que no se registraron víctimas fatales, ni personas heridas a bordo, ni en cuanto a personas en tierra. Ambos pilotos abandonaron la aeronave por sus propios medios, sin sufrir lesiones.
De acuerdo a los datos iniciales, durante la carrera de despegue uno de los motores presentó fallas, por lo cual la tripulación decidió abortar la maniobra y cortar la potencia. La aeronave realizó una excursión de pista, en la cual colapsó el conjunto de tren de aterrizaje y se desprendió parcialmente uno de los tanques de combustible de puntera, hecho que inició el incendio.