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La familia Román se queda con la tradicional marca Barugel Azulay

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La familia Román, tradicional en el negocio logístico de la Argentina, se quedó con Barugel Azulay. Lo hizo tras abonar u$s 15 millones al grupo francés Saint Gobain, hasta la semana pasada dueños de la empresa de materiales y artículos de construcción para el hogar como azulejos, pisos de parquet, artefactos sanitarios y grifería nacionales.


En realidad concretaron la operación a través de su fondo inversor Magna Capital y de la sociedad holding, Organización Roman. Ambas se asociaron con Alejandro Schuvaks, un ex ejecutivo del fondo Pegasus que llevó adelante las negociaciones con Saint Gobain y creó la empresa NLPC para asumir el control de Barugel Azulay.

 

Tras cerrar el acuerdo, los Román realizaron un aporte de $ 30 millones en la empresa y adquirieron el 90 por ciento de NLPC, mientras que el 10 por ciento restante quedo en manos de Schuvaks. Según pudo saber El Cronista, los nuevos dueños de Barugel Azulay decidieron apostar por mantener la marca y hacerla crecer.


La estrategia comercial contempla lograr que la empresa sea nuevamente rentable, desarrollar un plan expansión que contempla la apertura de nuevos locales este año y una política comercial que permita posicionar la marca en sectores donde actualmente no tiene presencia.


Si bien Barugel Azulay tiene fuerte presencia en el segmento premium de este negocio, la idea de la familia Román es también expandirla hacia otros sectores masivos y también entre las empresas constructoras y desarrolladores inmobiliarios. El Cronista anticipó la operación e informó que los nuevos dueños de Barugel Azulay no iban a continuar con la marca y preferían encarar un proyecto de real estate. Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía aclararon que se decidió sostenerla aportando fondos frescos y postergando los planes inmobiliarios por dos años.


“Se buscará darle solidez a la compañía y hacerla crecer gracias a un management más comprometido gracias al desembarco de la familia Roman, manteniendo además su actual estructura y sumando nuevas marcas y sucursales en los próximos años porque se la considera una marca con enorme potencial”, añadieron las fuentes. Como dato que refleja el nuevo plan de posicionamiento, recordaron la campaña publicitaria de promociones y descuentos que por primera vez lanzó Barugel Azulay el fin de semana pasado en sociedad con el Santander Río.


Si bien la familia Román es más conocida por sus actividades de transporte o portuarias a través de la firma Exolgan, también posee inversiones en otras áreas como energía, infraestructura, retail, agroindustria y real estate. También realiza inversiones en deuda corporativa y en instrumentos financieros.

 

En 2008, vendieron Exolgan, la segunda terminal de contenedores más grande de la Argentina que operaba en el puerto de Dock Sud, al gigante asiático PSAI por u$s 750 millones. Y una de sus referentes, Karina Román, formará parte del nuevo directorio de Barugel Azulay como forma de demostrar el fuerte interés que el grupo fundado por Alfredo Román en 1961 tiene para expandir esta marca tradicional en el negocio de la fabricación y venta de materiales para el hogar.


De hecho fue creada en 1933 por Ernesto Barugel. Y en 1997 la familia fundadora vendió su participación accionaria a los grupos BISA (Bemberg Inversiones S.A.) y AIG Latín Americam Equity Partners. Casi una década después, en 2006, fue adquirida por Saint Gobain, que quiso expandir la marca al punto de haber intentado comprar a su tradicional rival, Blaisten, propiedad de la compañía Easy, del holding chileno Cencosud.


La operación fracasó y el grupo francés le puso el cartel de venta. Ahora, con el ingreso del grupo Román y su socio Schuvaks, intentarán retomar el camino de crecimiento. La familia Roman ya concretó un aporte de $ 30 millones para mejorar la caja de Barugel Azulay. El plan de negocios contempla la apertura de nuevos locales y su ingreso al segmento masivo.

 

Fuente: Andrés Sanguinetti para El Cronista