Los productores europeos de biodiesel consideraron un "hito" la decisión de la Unión Europea (UE) de abrir una investigación por dumping contra las importaciones de ese producto proveniente de la Argentina e Indonesia. "Esta decisión representa un hito para la industria europea del biodiesel, que se ha visto afectada espectacularmente por el incremento de las importaciones originarias de Argentina e Indonesia", indicó un comunicado de la European Biodiesel Board (EBB) que suscribió su titular, Raffaello Garofalo y difundieron los matutinos españoles. Los miembros de la EBB generan el 80 por ciento de la producción europea de biodiesel.
El miércoles, el bloque europeo dispuso la apertura de un expediente para determinar si los exportadores argentinos de biodiesel lo venden en la UE debajo del costo, práctica conocida como dumping. La denuncia también involucra al biodiesel que llega a Europa desde Indonesia. Para la EBB, la "anormalidad de los precios del biodiesel fijados artificialmente en Argentina e Indonesia ha provocado una distorsión del flujo comercial internacional y ha perjudicado en gran medida el crecimiento y la viabilidad de la industria europea".
La investigación
El analisis procura determinar si el biodiesel "está siendo objeto de dumping y si las importaciones objeto de dumping han causado un perjuicio a la industria de la Unión", dijo ayer la Comisión Europea, la autoridad comercial de la UE en Bruselas. La comisión tiene nueve meses para decidir si impone medidas anti-dumping durante medio año y gobiernos de la UE tienen 15 meses para decidir si se deben aplicar gravámenes definitivos durante cinco años.
Si bien el diferendo sobre el biocombustible no comenzó con la expropiación de las acciones de Repsol en YPF, a partir de esa situación cobró estado público, cuando la presidenta Cristina Fernández se refirió al tema en un acto en la provincia de Santa Cruz. "Esta decisión estaba siendo lobbyada (sic) y presionada hace tiempo. El biodiesel argentino es un combustible mucho más barato que el que producen los empresarios españoles", señaló la presidenta, quien enfatizó que "estamos en condiciones de absorber esa producción que va a España en nuestro propio mercado interno".
En ese sentido, ironizó con que "si el gobierno español quiere pagar más caro el biocombustible, no sé como impactará en su economía. Es una decisión soberana y no la vamos a cuestionar", dijo. "Somos gente respetuosa de la soberanía de los países y por eso somos tan celosos defensores de nuestra propia soberanía y nuestras propias decisiones", aseguró para justificar así tanto la expropiación de las acciones de Repsol en YPF como la respuesta de las autoridades ibéricas.