El texto indicó que tras el encuentro que mantuvieron ayer el viceministro de Comercio de la República Popular China, Chen Jian, con la cancillería, se repasaron cuestiones de la agenda económica bilateral y se progresó en el análisis de los proyectos existentes en los sectores ferroviario, de infraestructura, minería, agrícolas y saneamiento de aguas, entre otros.
Participaron del encuentro la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón; la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri; el secretario de Minería, Jorge Mayoral; y de Transporte, Alejandro Ramos. También los subsecretarios de Política Exterior, María del Carmen Squeff; de desarrollo de Inversiones y Promoción Comercial, Carlos Bianco; y de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, Augusto Costa, junto con otras autoridades nacionales, incluyendo al Presidente del SENASA.
La diversidad de temas analizados fue un reflejo de la intensidad de la relación estratégica entre ambas Naciones. Durante el encuentro se verificaron los avances y se acordó impulsar el proceso negociador con China para la apertura de su mercado a productos de la oferta exportable nacional tales como limones, peras y manzanas, arándanos, semen bovino congelado y carne porcina.
Hubo acuerdo entre ambos países en aumentar los flujos de comercio sobre la base de un equilibrio dinámico de la balanza comercial bilateral, para lo cual se evaluaron alternativas con el fin de aumentar y diversificar las exportaciones argentinas al mercado chino.
Se convino, para ello, continuar avanzando en acciones de inteligencia y promoción comercial de productos nacionales con alto potencial exportador al mercado chino.
El viceministro chino indicó, en este punto, que China busca promover las importaciones desde Argentina y que las perspectivas futuras son auspiciosas para la inversión y el comercio. Argentina y China no sólo son socios estratégicos en el ámbito bilateral sino también en el contexto internacional.
Los dos países participan activamente en la construcción de una agenda económica internacional más equilibrada, que contemple los intereses de las economías en desarrollo.
En el ámbito de la Organización Mundial del Comercio tienen posiciones afines en las negociaciones de la Ronda de Doha, precisamente llamada “la ronda del desarrollo”.
Ambos países compartieron la visión que, en la difícil coyuntura que plantea la crisis económica internacional, es necesario garantizar el margen de acción de política comercial legítima de los países emergentes para estimular el desarrollo de sus economías, en coincidencia con los compromisos internacionales asumidos.
Igualmente, se mencionaron las convergencias en el contexto de las negociaciones del G-20, marco en el que ambos Estados impulsan una agenda acorde a los intereses de los países en desarrollo.
En este sentido, se acordó continuar trabajando conjuntamente en las diversas reuniones del Grupo, incluyendo la de Ministros de Comercio del G-20 de la semana próxima, en México.