Las largas colas en las estaciones de servicio y las consecuencias del desabastecimiento hicieron que los funcionarios del Ministerio de Planificación se anticiparan con una advertencia para las petroleras: “Abastezcan el mercado bien o vamos a tomar medidas”.
Ante la repetición de la escena, el gobierno tiene previsto obligar a las empresas, cada vez que se registran faltantes de súper, a vender el producto premium al mismo precio y, llegado el caso, podría ir más lejos y establecer, por un período de tiempo determinado, la venta de un solo tipo de nafta en el mercado
A través de Daniel Cameron, la Secretaría de Energía argumentó que si bien la venta de nafta súper registró un crecimiento en 2011 (en octubre, de acuerdo con los últimos números oficiales, fue del 4,4%), el consumo del combustible más caro fue aún más lejos, con un alza de un 44%. De todas formas, la súper es por mucho la nafta más vendida: 424.500 metros cúbicos (m3) –YPF tiene más de la mitad del mercado– contra 152.888 en octubre del año pasado.
Cameron alertó a los productores de naftas y gasoil sobre otro punto: “luego de un año en que, según sus cálculos, los combustibles aumentaron un 30% de punta a punta, el Gobierno tiene previsto ajustar los controles sobre las remarcaciones. A partir de esa decisión, les recomendó a las refinadoras (en especial a las no integradas, que no tienen petróleo propio–) que comiencen a negociar con más rudeza los precios de compra de refinadoras, debido a que los aumentos suelen trasladarse al valor en surtidor”.