“El Gobierno hizo las cosas al revés, primero debería haber hecho una tarjeta genérica y luego personalizar los beneficios”, señala el vicepresidente de la División América Latina de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP), Claudio Varano. En medio de la los anuncios sobre la quita de subsidios para empresas de colectivos, trenes y subtes y la promesa de una personalización en base a la tarjeta SUBE el también integrante del Consejo de Expertos de la Fundación Metropolitana afirma que ese objetivo es “una utopía”. “Se empezó con un sistema y ahora lo tiene que adaptar”, cuestiona.
-¿Qué análisis se puede hacer de los resultados por la implementación del sistema SUBE?
-Es un tema muy amplio pero básicamente había que modernizar a través de la tecnológica, que es lo que pasa en la mayoría de las ciudades de América y el mundo. Lo que instalaron en Buenos Aires fue encarado originalmente para eliminar las monedas y la bronca que había. Pero lo que pasa en los sistemas de transporte, la tarjeta y la moneda van a coexistir.
Estuvo mal barajado desde el primer momento y es imposible un reemplazo total. Se necesitaría un punto de recarga en cada esquina de la Ciudad y eso no va a pasar. El sistema como está hoy se implementa pero con la tarjeta y el dinero pero en lugar de poner un agregado a los viejos equipos había que renovarlos.
-¿Qué máquinas deberían utilizarse, entonces?
–Como uno paga el estacionamiento en el Shopping, cuando se paga con monedas, billetes, tarjeta, etc. Los equipos están preparados para eso y creo que en la segunda etapa deberían apuntar hacia eso.
-Con la quita de subsidios al transporte, el Gobierno promete una suba de boleto “inteligente” y “personalizada” usando la plataforma del SUBE. ¿Es posible llegar a eso?
-Es una utopía, es imposible. Eso sería como tener otro registro nacional de las personas pero con el SUBE. Hoy las tarjetas no son personalizadas, son genéricas. Yo mismo tengo 15 tarjetas, no saben de quienes son, es imposible.
El SUBE en teoría entregaba una tarjeta por persona. Pero se repartieron muchas ¿Cómo saben quién soy? ¿Dónde está la fuente de información, dónde está concentrada? Si una tarjeta se pierde, como no es un documento de identidad, ¿qué pasa? Son millones y millones de transacciones, no se cómo lo van a solucionar.
-¿Debería cambiarse de sistema?
– Tiene que ser una tarjeta intransferible, personalizada. Y cuando uno paga, el sistema reconoce la tarjeta y cobra un menor precio. Eso es una forma ordenada pero si quieren sacarlo al revés, no se cómo lo van hacer.
¿Existe en otros países ese tipo de personalización?
-Sí, pero no el 100 por ciento personalizado. Por caso, hay una tarifa distinta para estudiantes, la tercera edad, abonos, pases gratis. La forma de acceder al descuento es a través del registro y mostrando que sos acreedor. Tendría que haber empezado con tarjetas genéricas y luego individualizadas para los que necesitan. Acá se puede hacer pero se planea antes de arrancar, acá se empezó con un sistema y ahora están viendo como lo adaptan a la realidad.
Actualmente se subsidia la oferta, en lugar de subsidiar la demanda. Hasta ahora se le daba el dinero al transportista cuando debería ir al usuario. Eso llevó a años de acostumbrar a la gente a que el boleto sale $1,10. El boleto promedio en América es entre 0,80 y 0,90 dólares, con lo cual el boleto se podría ir a 3,50. Pasar de 1 a 3,5 no se como lo van a hacer, es complicado. Ahora, si hay un boleto a ese precio, se otorga la tarjeta específicamente a los sectores que necesitan el subsidio.
