El tren unirá Pekín con Shanghai en menos de cinco horas. El gobierno promociona el tren bala como 100% chino: diseñado y construido en el país.
Además, el precio del pasaje, 86 dólares en segunda clase y 144 dólares en primera, es sólo un poco más costoso que los trenes que tardan 10 horas, y cuesta menos que un pasaje aéreo.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, fue uno de los primeros en subirse al tren. Según declaraciones de Wen a la agencia estatal Xinhua, esta construcción fue una decisión importante del Estado y tiene un gran significado para la mejora del moderno sistema de transporte del país, para promover el desarrollo económico y social, y para satisfacer la necesidad del pueblo de trasladarse con rapidez.
De hecho, con los 80 millones de personas que viajarán por año, el tren transportará el doble de pasajeros que en la actualidad, aseguró el diario La Nación.
Sin embargo, la apertura del tren aún siembra dudas en la sociedad, particularmente por los escándalos protagonizados por el entonces ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun.
Además de malversación de fondos y corrupción, se cree que hubo una importante reducción de costos en la calidad de los materiales utilizados y en el área de seguridad para poder cumplir con la fecha límite, por lo que no son pocos los que temen que esto podría traducirse en grandes accidentes.