La empresa envió un escrito a sus usuarios asegurando que su actividad está encuadrada dentro del marco legal, aunque se distinguió de los taxis y remises. Además, consideró que el país precisa una “nueva regulación” para este tipo de servicios que no se encuadra en los tradicionales. Sin embargo, la compañía no se adecúa a la normativa vigente.
“Uber es legal en la Argentina. Nuestra actividad está prevista en la ley argentina y así lo confirman distintos fallos de la Justicia. Uber cuenta con CUIT, paga todos los impuestos y cambios recientes en las regulaciones de plataformas pueden hacer que contribuya aún más”, decía el comunicado enviado a los usuarios de la app.
En el mismo se ratificó la intención que tienen las autoridades de “poder operar en todo el país con leyes que enmarquen la actividad, den seguridad a los miles de argentinos que están usando la plataforma para ganar dinero y beneficien a las ciudades con nuevas soluciones de movilidad que ayuden a reducir la congestión”.
En ese sentido, señalaron que “las leyes que hoy regulan el transporte tienen más de 20 años y las actualizaciones no reflejan los cambios en la manera que todos usamos la tecnología”. “Uber no es taxi ni remis y esto ya fue dictaminado por la justicia porteña. El transporte a través de aplicaciones es una categoría diferente a las existentes y requiere una nueva regulación”, añadieron en el escrito.
Para la firma, “el desafío de la Argentina, como el de muchos otros países, es generar oportunidades económicas y beneficios para todos”, por lo que advierte que “la apertura a la innovación y a la tecnología es una oportunidad única”.
Uber envió el comunicado en medio del conflicto con taxistas, un clima de tensión que derivó en hechos de violencia de los “cazauber”. Por otro lado, el Gobierno porteño acudió a la Justicia para bloquear la app y sus plataformas digitales a nivel nacional, aunque otro fallo retractó la decisión.
