La compañía aérea británica British Airways anunció ayer el fin de sus vuelos hacia Irán dentro de un mes, ante la amenaza de las sanciones estadounidenses. Air France tomó la misma decisión.
La empresa inglesa explicó en un comunicado que decidió interrumpir los vuelos entre Londres y Teherán porque en esos momentos “no son viables comercialmente”. Poco después, la francesa se expresó en los mismos términos. En tanto, la compañía holandesa KLM, parte del mismo grupo, ya lo había anunciado en julio.
British se disculpó con los viajeros e indicó que está negociando con otras compañías para poderles proponer vuelos alternativos. En caso contrario les devolverá el dinero, o les propondrá adelantar su viaje.
El último vuelo de la aerolínea hacia Teherán tendrá lugar el 22 de septiembre, y el último proveniente de la capital iraní aterrizará el 23. Por su parte Air France interrumpirá sus vuelos desde el 18 de septiembre.
Ambas compañías reanudaron sus vuelos a Irán hace dos años, cuando se flexibilizaron las sanciones, pero la retirada de Estados Unidos del acuerdo sobre el programa nuclear iraní provocó una nueva salva de represalias que entraron en vigor a principios de agosto.
Numerosos proyectos de inversión europeos se ven perjudicados por este nuevo clima de enfrentamiento. En el sector automovilístico, el alemán Daimler también suspendió sus proyectos en Irán, y lo mismo se dispone a hacer el francés PSA.
