Una jornada de huelga general impulsada en Bélgica por los principales sindicatos en reclamo de incrementos salariales y mejoras de las condiciones de trabajo, paralizó hoy el transporte y el sector público en ese país europeo.
La medida de fuerza fue convocada por los sindicatos CSC, FGTB y CGSLB, y se produjo tras fracasar las negociaciones entre las partes sobre un acuerdo interprofesional para el periodo 2019 y 2020. Los trabajadores se quejan del poco margen que la patronal ofrece en cuanto a los salarios, con una indexación máxima del 0,8 por ciento, que los sindicatos consideran insuficiente.
Según informan los servicios de transporte, el aeropuerto de Bruselas cerró casi en su totalidad y fueron cancelados todos los vuelos desde las 22 del martes hasta las 22 del miércoles, un total de 569, según informó la agencia de noticias EFE.
La dirección del aeropuerto valuó los daños posibles de la huelga que afectó a unos 60.000 pasajeros en cifras que oscilan entre 10 y 13 millones de euros. También cerró el aeropuerto de Charleroi, con la cancelación de 120 vuelos en los que debían viajar unas 18.000 personas. Debido a la huelga tampoco opera la mitad de los trenes, sin embargo las protestas prácticamente no afectarán a los trenes expresos que comunican a Bélgica con Francia, Reino Unido, Alemania y Holanda.
En las principales ciudades belgas la medida limitó el transporte público, cerraron empresas y escuelas, el correo, tiendas y centros comerciales, mientras que los centros médicos funcionan en régimen de fin de semana.
En tanto, la circulación de metros en Bruselas sufre fuertes perturbaciones, con solo una de las cuatro líneas parcialmente operativa mientras que únicamente uno de cada dos trenes circulará este miércoles, según un portavoz de la red nacional de ferrocarriles, SNCB.
La policía informó que pese a las dificultades en el transporte público, no se produjeron grandes retenciones en las carreteras esta mañana y el tráfico circulaba con relativa normalidad.
El primer ministro belga, Charles Michel, a través de su cuenta en Twitter, señaló que “hay que retomar las negociaciones” y que “no hay otra alternativa”, además de agradecer “a las personas que trabajan hoy”.
Según el primer ministro belga, el Gobierno espera un acuerdo sobre el margen salarial.
“Es importante para nuestras familias y empresas. La última vez, los sindicatos y la patronal lograron un acuerdo. No hay ninguna razón para que no ocurra lo mismo en este caso”, añadió. El ministro de Economía, Kris Peeters, estimó hoy que la huelga provocará pérdidas por valor de unos 929 millones de euros.