Alerta en canales de Panamá y de Suez por proliferación de peces invasores
La expansión de los canales de Panamá y Suez contribuye al desarrollo del comercio marítimo internacional, pero también tiene un efecto colateral: la proliferación de los peces invasores en nuevos hábitats.
Es la conclusión de un informe realizado por investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), en Panamá, junto con el Centro Leibnitz de Investigación Marina Tropical (ZMT) en Alemania. Sus autores han confirmado que especies de peces no nativos están invadiendo nuevos hábitats, en particular, peces marinos en zonas donde antes existían predominantemente peces de agua dulce, lo que podría tener consecuencias ambientales desconocidas.
Las ampliaciones de los canales de Panamá y Suez terminaron respectiva
mente en 206 y 2015. Durante las fases de planificación de ambos proyectos, los investigadores ya advirtieron de los riesgos de ampliar los canales, algo que ahora se ha confirmado, tal y como prueba el estudio.
Solo cuatro años después de la expansión del canal de Panamá, el monitoreo a largo plazo ha registrado la presencia de 11 nuevas especies de peces marinos en el lago Gatún. Esta ha sido la barrera de agua dulce para el movimiento de la fauna marina entre los océanos Pacífico y Atlántico desde que el canal abrió en 1914.
En este lago, el número total de especies de peces marinos conocidas ha pasado de 18 a 29, y especies como jureles, róbalos, mojarras y malachos han reemplazado por completo a los peces de agua dulce en algunas partes del lago. También se ha registrado un augmento en la salinidad del lago, por causas que todavía se desconocen, aunque podrían tener que ver con un mayor tráfico de barcos y el diseño de las nuevas esclusas, que incorpora la recirculación de algo de agua.
Según el autor principal del estudio, Gustavo Castellanos-Galindo, estas invasiones de peces marinos son una señal de alerta de lo que podría suceder si no se toman medidas. “A lo largo de ambas costas de Panamá hay cientos de especies de peces que podrían tolerar las condiciones de un canal, aunque sea ligeramente salobre. No sabemos cuáles serían las consecuencias ecológicas y socioeconómicas de estos peces que cruzan el canal hacia el Pacífico o el Atlántico”, advierte.
De momento, los investigadores cuentan con datos de la pre-expansión del canal de Panamá que se pueden contrastar con las que se han tomado tras la ampliación, pero aun así hacen falta más datos para “averiguar exactamente qué está sucediendo y proporcionar la ciencia que ayudará a los responsables políticos a mitigar el impacto potencial. Este es un ejemplo realmente bueno de cómo la pandemia ha interrumpido el trabajo de campo con implicaciones importantes para la toma de decisiones ambientales “, asegura Ross Robertson, ictiólogo de STRI.
En lo referente a la vía fluvial de Suez, los lagos Amargos eran originalmente más salados que el Mediterráneo y el Mar Rojo, lo que también limitaba el movimiento de especies. No obstante, a lo largo de la historia del Canal de Suez, más de 400 especies animales no autóctonas, incluidas más de 100 especies de peces marinos del Mar Rojo, han entrado en el Mediterráneo. Con la expansión del canal, el aumento del flujo de agua diluyó los lagos, provocando que ocho nuevas especies hayan saltado al Mediterráneo durante los últimos cinco años.
Los científicos reclaman soluciones creativas y científicas para limitar el impacto medioambiental y socioeconómico de estas ampliaciones. La agencia de las Naciones Unidas responsable del transporte marítimo sostenible, la Organización Marítima Internacional, ya cuenta con directrices y obligaciones para reducir la propagación de especies no autóctonas a través del agua de lastre, pero no se aplican específicamente a los canales.
Más información en https://phys.org/news/2020-09-fish-invasions-panama-suez-canal.html