Reporte Especial: Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi. Portal InfoGremiales.
Definiciones gremiales a horas del documento de la CGT en cuanto que todavía «Estamos a tiempo» para evitar que la crisis de hoy se transforme en terminal. Acentuando autocríticas sindicales y políticas, Juan Pablo Brey el secretario General de Aeronavegantes, titular de Prensa en la CATT y de la secretaría de Deportes en Azopardo reclamó diálogo «con todos en el PJ» de cara al presente y las elecciones.
El Brazilian Jiu Jitsu (BJJ) arte marcial y deporte de combate, de origen brasileño, que se enfoca en técnicas de lucha en el suelo (grappling), como llaves, estrangulamientos y sumisiones. Se basa en la idea de que un oponente más pequeño y débil puede derrotar a uno más grande y fuerte mediante el uso de técnicas efectivas y una buena técnica. Se desarrolló a partir del Judo y otras artes marciales tradicionales japonesas, y se perfeccionó en Brasil, desde la familia Gracie, quienes lo promovieron con enseñanza. Se hizo popular por su efectividad en el combate, es un deporte competitivo, con torneos y campeonatos en todo el mundo. Expertos en artes marciales resaltaron que el BJJ realza por su enfoque en técnica y eficiencia, «y en esta disciplina es posible que aquí, los más pequeños y débiles lleguen a vencer a oponentes grandes y fuertes». Con la etiqueta de la defensa personal y no la ofensiva «porque sí» este deporte se considera apto «para todos y todas», más allá de sus habilidades o edades.
Da el talle, conceptual, físico y de actitud respecto al BJJ, quien lo practica hace 2 años, quien desde siempre asegura que hizo boxeo, y disfruta de surfear también. Es Juan Pablo Brey, de la nueva generación sindical y a los 46 años es el Secretario General de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), responsable allí de casi 3.000 trabajadores y trabajadoras. En cuanto a confederaciones también es el Secretario de Deportes en la CGT y titular de Prensa de Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Desde el viernes 21 hasta el jueves 27 su asociación sindical tiene elecciones, la Junta Electoral sólo certificó al oficialismo (Lista Violeta) a la hora de que los afiliadas y afiliados expresen su voluntad gremial. El look casual que entre los «clásicos» dirigentes de la CGT le tejen alguna broma por la elegancia y el estilo coqueto para el corte de pelo y la incipiente barba recortada.
Café cortado para todos y tiempo de una nueva entrevista de nuestro Ciclo 2023. Para esta ocasión con recomendaciones de la economía de la furia y la cautela de ajustar los cinturones de la butaca.
«Lo que no queremos y no vamos a permitir son trabajadores low cost, y hoy hay empresas que están teniendo trabajadores low cost, entonces nuestro convenio es fundamental para establecer un piso de condiciones en la industria»
-Los tripulantes de cabina de un avión están capacitados para manejar emergencias, evacuaciones, situaciones de descompresión en base a protocolos de seguridad y más. Por analogía, si pensamos a la Argentina como una aeronave, ¿los tripulantes de cabina son más necesarios que nunca? ¿O en este país todos debemos ser expertos en emergencias?
JPB: Creo que todos los trabajadores somos necesarios en el país y hoy con la situación que estamos viviendo más que nunca. Somos los trabajadores los que generamos la riqueza del país todos los días. Hoy muchos medios de comunicación y dirigentes políticos de ciertos sectores, que nos pegan a los dirigentes sindicales y le pegan a los sindicatos, que somos ni más ni menos que trabajadores organizados. Y se equivocan, el país sin los trabajadores organizados no va a salir adelante nunca. Hoy el trabajador, la trabajadora es indispensable en la situación que estamos viviendo.
-¿No se imagina un sindicalismo por inteligencia artificial?
JPB: No, porque no puede existir nunca bajo ese formato. El sindicalismo se nutre de las relaciones entre compañeros, que ejercen una misma función y de ahí llega la organización, la solidaridad, sus bases. De ninguna manera la tecnología podrá reemplazar esa relación humana del sindicalismo.
-Daniel Yofra, el líder de Aceiteros, nos dijo en julio de 2021 que el actual Gobierno era riguroso con los trabajadores y blando con los empresarios. Nosotros le agregamos una visión: que en el Frente de Todos, la especialidad de la casa, es maltratar a los propios.
JPB: No creo que así sea. En el caso nuestro al menos no considero que sea de esa manera, por supuesto que este Gobierno tiene un montón de cosas que corregir y grandes problemas. Pero no coincido con Daniel, quién es un compañerazo, desde mi experiencia no puedo afirmar lo mismo.
-En el sindicalismo «Moyano» es marca registrada, como un Fórmula 1 que va adelante, y el que viene atrás -para estar cerquita- tiene que estar pegadito a ese auto. ¿El problema está cuando alguien se abre para pasarlo o ponerse a la par? Algunos dirigentes sindicales dicen que «el moyanismo te absorbe». Usted tiene buena relación con Hugo, Facundo y Pablo.
JPB: Y con Huguito…
–Claro, también, que es el abogado de su organización. ¿Pero qué hay de cierto, Moyano absorbe, es mito o realidad?
JPB: Te puedo hablar desde mi experiencia. Me formé en el moyanismo, me acuerdo que en 2010, 2011, cuando armó una agrupación dentro de lo que es el sindicato nuestro. Después tuve mi primera candidatura a delegado y lo conozco a Facundo desde antes, él lideraba la Juventud Sindical y empecé a militar ahí. Me formé en el moyanismo y Facundo me llevó a ver a Hugo, y vengo transitando dentro del moyanismo desde mi día cero. Desde que milito, nunca estuve afuera y siempre adentro. Lo que te puedo decir es que en Hugo encuentro un líder nato, porque además de respeto le tengo admiración. El otro día él fue a la fiesta de los 70 años de los Aeronavegantes, me entregó una placa que para mí fue una sorpresa muy linda. Lo presenté diciendo: «Hugo ha estado siempre, en las buenas con nuestro sindicato pero mucho más en las malas». Y es así. Cada vez que hemos necesitado algo levanté el teléfono y Hugo estuvo. Hoy integramos el Frente Sindical, con Pablo a la cabeza, Huguito es nuestro abogado, Facundo es amigo, trabajamos y construimos. Entonces yo no puedo hablar desde afuera del moyanismo, mi construcción está adentro, y no me veo afuera.
-Bien en recordar esa fiesta, porque Hugo Moyano fue más allá del espíritu de la celebración, marcó tiempos y urgencia de la crisis. ¿Lo sorprendió ese mensaje, él le avisó?
JPB: No me avisó porque lo de Hugo fue sorpresa, tanto la plaqueta, como las palabras que dijo, pero no me sorprendió. Hugo siempre está un paso más allá, y en los momentos que estamos viviendo, y los que podemos llegar a vivir, sobre todo con nuestra línea aérea de bandera y en esta industria, fueron las palabras acertadas en el momento justo. No me sorprendió, él siempre está un paso adelante.
-Precarización, por lo que se podría venir, ustedes lograron en 2022 un convenio relevante.
JPB: Para nosotros es coronar algo que siempre anhelamos y quisimos hacer. Cuando asumimos en 2013 la conducción de Aeronavegantes teníamos, si no me equivoco, tres empresas convencionadas, Aerolíneas Argentinas, Austral, en ese momento, y American Airlines. Nos pusimos como objetivo que todos los trabajadores de la actividad tenían que tener su Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). Así fue que firmamos, después de algunos años de lucha, los CCT con Latam, Andes, Sol, también firmamos con Avianca. Después la industria aeronáutica tuvo vaivenes, hay empresas que mencioné que ya no existen, pero pudimos firmar el CCT que para nosotros es la frutilla del postre, sobre todo en los tiempos que se vienen y con empresas que tienen trabajadores low cost. Siempre digo que a nosotros no nos importa el modelo de negocio que tenga la empresa, si son empresas low cost o empresas tradicionales. Lo que no queremos y no vamos a permitir son trabajadores low cost, y hoy hay empresas que están teniendo trabajadores low cost, entonces ese convenio es fundamental para establecer un piso de condiciones en la industria.
-Low cost, el anterior gobierno intentó armar sindicatos por empresas. Muchos de esos trabajadores/as vienen a pedir la afiliación con ustedes. ¿Es revancha o corrobora que ustedes están en el camino correcto?
JPB: Nosotros estamos en el camino correcto y no sé si es tan así porque, vienen a golpear la puerta, claro, tenemos afiliados en esas empresas pero muy pocos, porque la persecución contra ellos es feroz. Tenemos compañeros/as ahí que nos piden ayuda pero todavía no se quieren exponer.
-¿Entiende ese temor?
JPB: Sí, por supuesto. Hoy quedarse sin una fuente laboral en las condiciones que está nuestro país es tremendo. Te pongo un ejemplo, me llamó una compañera y me dijo: mi hija está ingresando en una de estas empresas, la están obligando a afiliarse a este «sindicato», entre comillas. Le dije que no firme, que no se afilie y que después se afilie a Aeronavegantes. Que no firme porque si no, no va a ingresar o ingresa y la van a echar. Estamos teniendo conversaciones con compañeros y compañeras de esas empresas, sí. Pero no para no exponerlos, insisto todavía les recomendamos que no se afilien a Aeronavegantes, porque necesitamos que sean muchos para tener fuerza y poder colectivo. Y si se afilian de manera individual, como ya nos pasó, terminan siendo siendo despedidos. Estuvimos en varios conflictos, con movilizaciones a las empresas y al Ministerio de Trabajo. Hace poco hubo un conflicto por el despido de cinco trabajadores por ser afiliados a Aeronavegantes, tuvimos conciliación obligatoria, pudimos solucionar el tema. Pero estamos creo en el principio de lo que es esta pelea por resguardar la actividad y los derechos de nuestros representados. Este convenio nos va a dar un paraguas para poder ganar esta pelea.
-¿Cuántas veces se agarró a trompadas por cuestiones sindicales?
JPB: ¿Te digo la verdad o te miento? (risas). Me gustan mucho los deportes de combate, hago boxeo tres veces por semana y hace más de 2 años arranqué con el Brazilian Jiu Jitsu,vengo mansito acá.
-Bueno, el que se le plante a usted para pelear tiene que tener consideración de esas dotes.
JPB: No hay que pelear y menos en lo laboral.
-¿Pero alguna vez sí?
JPB: Creo que nunca hemos llegado a pelear, sí en esto uno tiene discusiones conceptuales, distintos puntos de vista y hasta peleas pero que no han llegado a la agresión física.
-Como le gusta el rock va una pregunta en modo Pink Floyd: ¿La CATT versus la UGATT, es otro ladrillo en la pared del Movimiento Obrero Argentino?
JPB: Sí. Es otro ladrillo. Me duele porque en momentos como éstos es donde los trabajadores tenemos que estar más unidos. Hemos hecho mucho esfuerzo para lograr una lista de unidad en la CATT, incluso fui uno de los que trabajó para que sea posible y a último momento no pudimos conciliar con dirigentes de algunos sindicatos y ahí es que se vuelve a conformar la UGATT. Es una deuda pendiente, en la CATT se había llegado a la unidad, la UGATT no estaba funcionando, volver a reflotarla y sumar una división en el Movimiento Obrero, creo que es algo que nos tiene que doler a todos.
-¿Cuántas horas por día dedica a su actividad sindical?
JPB: Si te digo 24 me vas a decir que te estoy mintiendo, pero duermo, me despierto y sigo pensando por ahí lo que no pude solucionar, no pude hacer, lo que tengo que hacer al otro día o la carga de cosas que te gustaría que sean distintas. Los problemas de compañeros, compañeras pendientes. Esto no tiene horarios, tenemos el teléfono prendido las 24 horas. Siempre digo que los dirigentes sindicales tenemos que tener un sindicato para nosotros, porque no tenemos horario (risas).
-¿Y es cierto que son ustedes los peores patrones de su personal?
JPB: Creo que es un mito. Una vez Hugo Moyano me dijo, “qué lindo sería todo si estuviéramos todos los buenos de un lado y todos los malos del otro”. Así estaría todo más claro (risas). Pero creo que respondiendo a tu pregunta, hay de todo, hay patrones buenos y patrones malos.
-¿Es mito o realidad su buena relación con Guillermo Dietrich, el ministro de Transporte de Macri?
JPB: Realidad, porque trato de tener una buena relación con todos. Le hicimos paros a Dietrich, movilizaciones apuntadas a él directamente. Pero también ha participado de la fiesta de fin de año nuestra y lo he peleado en el escenario a tal punto que se bajó ofendido. Pero siempre tuve diálogo, se construye con el diálogo, más allá de que tenemos una forma de pensar la industria totalmente diferente, el diálogo no lo corté nunca, y no lo corto con nadie. Me decís, ¿Apoyás la industria que quiere Dietrich? No, por eso la combatí, pero lo hice con herramientas sindicales y gremiales y manteniendo el diálogo como lo mantengo con todos los funcionarios.
-¿Cómo es la mesa chica de su vida, los que lo bancan de verdad y en todas, su familia?
JPB: Tengo mi mujer, que estoy casado hace 20 años, mis dos hijos de 15 y 12, y después están mis padres, hermanos, cuñados, sobrinos.
-¿A qué se dedica su compañera?
JPB: A lo mismo que yo. Es comisario de a bordo de la ex Austral, ahora Aerolíneas y está cargo hoy del Instituto Aeronáutico que nosotros tenemos.
-Hacemos una película, ¿se conocieron en la actividad?
JPB: No, entramos casados a volar. (risas)
-Coincidimos en que esa banca se da en las buenas y en las malas.
JPB: Sí, y después hay amigos que tenés desde siempre pero la familia es la que te ve día a día. Cuando llegás agotado, frustrado, cansado y la que te ve cuando llegás contento y compartís los logros.
-¿Pasó por la etapa del amigo del campeón? Gente que se acerca a partir de la notioriedad.
JPB: Sí, siempre, y hay quienes siempre intentan sumarse. Al principio uno se decepciona pero con el correr de los años vamos teniendo el discernimiento para darnos cuenta quién se acerca como amigo del campeón y quién de manera genuina.
-Se lo pregunto en términos aeronáuticos, ¿cayó en el pozo de aire del padre ausente?
JPB: Sí, por supuesto y es algo por lo que siempre tengo ahí la alarma encendida. Hay momentos y momentos, por conflictos gremiales donde te vas de tu casa y a veces ni volvés, ese sillón me ha visto dormir varias veces (señala un sofá que es parte de su oficina). Creeme que es algo que tengo muy presente. Trato, me acueste a la hora que me acueste, de llevar a mis hijos al colegio a la mañana. Vivo lejos del gremio pero trato de volver siempre a casa, aunque tenga que dormir dos horas para el otro día levantarme y llevar a mis hijos al colegio.
-Volvemos al plano sindical. La CGT repite a coro que la solución del país «es política y no gremial». Y al mismo tiempo se desvive por ser parte de cuanto foro político haya, incluso en contactos con la oposición, pensando en lo que puede llegar a venir. ¿Es inevitable esto?
JPB: Lo gremial y lo político van de la mano, no podemos separarlo, también creo que hoy cómo está el país, en la situación que estamos, salimos adelante con acuerdos, no hay otra manera. Por supuesto que tenemos límites y hay cosas que las vamos a combatir, no sé, ejemplo, la derecha habla de Aerolíneas, vamos a combatir. Vamos a estar en la calle, defendiendo nuestra aerolínea de bandera, pero también es lo que te dije antes, el diálogo es necesario. Sin diálogo no vamos a salir nunca, vamos a seguir peleándonos entre argentinos y nunca vamos a encontrar la salida.
-Le pregunto por la reacción alérgica de una franja importante de la CGT para todo lo que sea kirchnerismo, y en especial de Cristina. ¿Lo entiende, padece, sufre o lo puede explicar?
JPB: Lo padezco, porque tiene que ver con lo que hablábamos antes. El kirchnerismo, estés de acuerdo o no estés de acuerdo, te guste Cristina o no te guste, es parte del Frente de Todos y es parte del peronismo. Sin el kirchnerismo, de cara a una elección, no hay manera de ganar. Entonces, ahí voy de nuevo, tenemos que estar todos sentados en la misma mesa, discutir las diferencias, pelearse y salir todos tirando para el mismo lado, no queda otra.
-¿Esa misma realidad la puedo llevar al bloque de sindicatos Aeronáuticos?
JPB: Se puede llevar. Yo no formo parte de la mesa de los gremios aeronáuticos, pero sí tengo diálogo con ellos, sí tengo buena relación, sí compartimos acciones y tengo muy buena relación con algunos dirigentes, con Pablo Biró (APLA), y creo que el diálogo es necesario. Podemos tener distintas visiones, pensamientos, sobre ciertas cosas, pero también tenemos mucho más en común y ahí es donde tenemos que poner el foco, por eso hay que mantener el diálogo.
-Una vez el avión donde yo viajaba cayó en un pozo de aire y la azafata que servía el desayuno, tambaleante, se asustó mucho y me clavó las uñas en el cuello en su desesperación. Parto de esa anécdota para semblantear que esos miedos, aún para entendidos, hacen a la Argentina de hoy?
JPB: La idea del país hoy…
–La llevo al 7.7% de inflación, al 50% de trabajadores informales, a que el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada dijo en una diplomatura de la UNSAM aseguró que las paritarias no alcanzan y hay que sumar la participación en las ganancias de las empresas para los trabajadores. Y creo, no sólo fue lo que dijo, sino también lo que calló por ser embajador.
JPB: Elijo separar las situaciones, si te referís a la Argentina estamos jodidos. En cuanto al vuelo que el tripulante se asuste no quiere decir que esté en riesgo la seguridad del vuelo.
-¿Quiere decir que ese trabajador o trabajadora es humano?
JPB: Claro, y hay que ver qué le estaba pasando o pensando en ese momento, no debería suceder. Los y las tripulantes de cabina estamos preparados para enfrentar y liderar ese tipo de situaciones, pero puede pasar que te gane el miedo alguna vez, claro que sí. Ahora con el país estamos jodidos, está en riesgo mucho más que la seguridad. Insisto que tenemos que dejar las individualidades y las diferencias de lado, y sobre todo dentro del peronismo. No me preocupan las diferencias con la derecha, siempre las vamos a tener siempre. Pero en el peronismo las diferencias hay que zanjarlas y volver a ser el gran frente que fuimos, o quisimos ser, para poder ganar las elecciones de este año y sacar al país adelante. Que ganar las elecciones sea una herramienta para gobernar.
-¿Le quita el sueño que la derecha sume adhesión entre pobres y trabajadores?
JPB: Sí, me preocupa mucho y me preocupa verlo dentro de los trabajadores. Ahí también es donde fallamos nosotros, tenemos que hacer un mea culpa y ver por qué está pasando eso. Si los trabajadores y trabajadoras están dispuestos a votar gobiernos de derecha es porque nosotros estamos fallando y no se sienten representados por el peronismo.
–¿Estuvo a punto de incursionar en política en algún momento, es una cuenta pendiente?
JPB: No es una cuenta pendiente, ser candidato no es algo que me interese o me quite el sueño, me siento dirigente sindical. Estuve a punto de incursionar en política un momento, no se dio, y te repito, no es algo que busqué, me siento puramente dirigente gremial y sindical, sí quiero contribuir con la política, porque tenemos distintos compañeros que están trabajando bien ahí.
-¿Cuándo y dónde podría haber sido?
JPB: En 2017 creo, me ofrecieron ser candidato a diputado nacional y estuve muy cerquita de serlo, siempre avalado e impulsado por Hugo y Facundo, yo no estaba muy convencido, en un momento creí que podía ser y después no se dio.
-Diría el compañero Indio Solari que: todo dirigente sindical es político. ¿Cerramos ahí?
JPB: Todos hacemos política y sí, sí. No tengo ganas de ocupar un cargo político, me siento muy bien donde estoy, con mis compañeros y compañeras, los conozco y me conocen la mayoría de ellos.
-¿Su cable a tierra, su momento? No vale decir: la familia.
JPB: El agua, el surf, el deporte acuático.
-¿Cine, música?
JPB: ¿Música a esta edad ? De todo un poco, en la adolescencia te hubiera dicho heavy metal.
-¿Acordamos que Queen es la mejor banda de la historia?
JPB: ¿Queen? No me gusta.
-¿Fútbol?
JPB: All Boys hasta en la piel (muestra un tatuaje en una pierna). All Boys para mí es más que fútbol, es barrio, amigos, familia, es donde crecí, es mi infancia, y todo.
-¿Hay amigos de Nueva Chicago en su círculo de confianza?
JPB: No tengo… Ah!! Tuve un compañero de la facultad y está Emiliano Genta de los Municipales, él es hincha de Chicago, bueno ahí sí tengo un amigo (risas).
-Tiene algún parecido, algunos tics del Cholo Diego Pablo Simeone.
JPB: Nunca me lo dijeron. No, pensándolo bien, el Cholo se parece a mí. (risas)