Donald Trump, presidente de los Estados Unidos dejó de pensar como CEO y también dejó sin volar a los Boeing. La Administración Federal de Aviación estadounidense, más conocida por sus siglas FAA, descubrió información similar en los accidentes de Etiopía e Indonesia, este hecho fue fundamental para que finalmente Trump tomara el mismo camino que los demás países del mundo.
A partir de hoy ya no hay más aviones Boeing 737 MAX volando por el mundo. Ayer Canadá y hoy los Estados Unidos (donde había unos 200 aviones en servicio) finalmente cedieron a la presión de los hechos que relacionaban a una misma falla del sistema a todos los accidentes que tuvo el flamante producto de la industria aeronáutica estadounidense.
Esta decisión del presidente Trump no solo afecta al negocio global de empresa en el mundo sino además, y tal vez por sobre todo, al orgullo de uno de los sectores con mayor poder de lobby en todo el mundo. En su mensaje, Trump ordenó aterrizar a todos los 737 que estén en el aire ya que “la seguridad de los estadounidenses y la de otros ciudadanos del mundo es la gran preocupación” y cerró asegurando que “ellos (la Boeing) tienen que encontrar el problema, y lo encontrarán”.
Sobre el accidente de Ethiopian Airlnes se informó que este jueves estaría llegando a París una delegación del gobierno etíope con las cajas negras del avión accidentado y de esa manera dar inicio a la investigación que revelará las verdaderas razones de la tragedia que dejó 157 muertos.
La decisión de Washington se explica en los datos satelitales provistos por Canadá a la FAA donde se analizaron los informes y las trayectorias similares de ambos accidentes.
Costa Rica y Panamá tomaron la misma medida el miércoles, después de la que Unión Europea, China y numerosos países hicieron lo mismo desde el domingo.
En un comunicado, la aerolínea Southwest informó que retiró los 34 aviones Max 8 del servicio programado. En Twitter, American Airlines respondió a sus usuarios que había dejado de operar los 24 aviones de ese tipo y United hizo lo mismo con sus 14 aviones que realizaban aproximadamente unos 40 vuelos por día.
La decisión gubernamental es un duro revés para las finanzas de la Boeing porque el 737 MAX representa un 78% de los pedidos del constructor (5.826 aviones actualmente).