"Este equipamiento responde a los estándares de seguridad más avanzados del mundo", afirmó Weretilneck y destacó la rápida respuesta de la cartera de Defensa a la orden de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que el 31 de enero puso al aeropuerto en condiciones de operar normalmente.
"Esto va de la mano con una importante reunión que mantuvimos ayer con el Ministerio de Turismo de la Nación, Aerolíneas Argentinas, LAN y agentes de viajes, para mostrar que Bariloche recuperó su conectividad aérea y está en las mejores condiciones para recibir turistas", señaló.
El gobernador Weretilneck dijo que la semana próxima próxima viajará a San Pablo junto a una comitiva encabezada por el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, para "promocionar fuertemente el destino en Brasil para el invierno y lograr que la temporada se normalice totalmente con ese mercado".
El secretario de Asuntos Militares, Oscar Cuattromo, explicó que "este desafío fue asumido personalmente por el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, quien puso todo el énfasis en resolver la problemática de las cenizas, no sólo en Bariloche sino en toda la región". Cuattromo precisó que se instaló el sistema de radares ópticos Lidar, desarrollados en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), con la ayuda de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA, en la sigla en inglés).
El director del Servicio Meteorológico Nacional, Héctor Ciappesoni, explicó por su parte que "lo más importante es el trabajo conjunto, que comenzó a especializarse en el tema con la erupción del volcán Chaiten, que mantuvo parado el aeropuerto de Esquel por 6 meses y el de Bariloche por un mes".
"Este equipamiento permite el mismo nivel de operaciones de los aeropuertos de Europa, e incluso hay equipos móviles que se llevarán a Villa La Angostura y San Martín de los Andes, para precisar aún más los diagnósticos", agregó. Ciappesoni dijo que además se instalaron medidores de concentración de partículas, que permiten tener un conocimiento preciso de la presencia o no de la nube volcánica desde el suelo hasta el tope y que, en breve, incorporarán globosondas para complementar el relevamiento del sistema Lidar.
