La crisis de los trabajadores nucleados en la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC) del Canal de Panamá tomó relevancia internacional, luego del informe por fatiga laboral realizado por la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (ITF). La agencia Reuters publicó una nota sobre los peligros a los que son sometidos los capitanes de remolcador debido a las decisiones de la Administración del Canal en materia de seguridad operacional.
El estudio, que incluye entrevistas a 55 capitanes –más de un tercio del total-, determinó que la mitad de ellos tiene dificultades para dormir, 22 de ellos trabajaron hasta 15 horas en un solo turno y 17 confesaron haber bregado hasta 20 horas continuas, según lo publicado por la agencia internacional de noticias.
El informe fue un pedido realizado por UCOC y ejecutado por la ITF para que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) resolviera el conflicto. Sin embargo, desde su publicación a principios de mes, las autoridades siguen desoyendo los reclamos.
“Debido a que los remolcadores desempeñan un papel clave en el tránsito de grandes buques con carga de material peligroso, a través de vías estrechas y complejas, el potencial de un accidente catastrófico relacionado con la fatiga aumenta con un aumento en la fatiga del capitán del remolcador”, sostuvo el estudio.
Finalmente, el relevamiento exigió al funcionario principal a cargo de la administración, Jorge Luis Quijano, a establecer una unidad independiente que supervise la seguridad de las operaciones e investigue los accidentes laborales y enfermedades profesionales, destacó Reuters.
Antecedentes
En abril del año pasado, el barco remolcador “Cerro Santiago” chocó con el buque “Tampa” de la Guardia Costera de Estados Unidos en el Canal. El accidente se habría producido luego de que el capitán se quedara dormido por “fatiga laboral”. Si bien no hubo heridos, el incidente generó costos de 170 mil dólares, conforme a la investigación de la Junta Nacional de Transporte estadounidense, un organismo independiente del Gobierno.
El episodio marcó un precedente y la atención de los trabajadores, que se manifestaron preocupados por las condiciones laborales de inseguridad a la que estaban sometidos.
De hecho, seis meses antes del siniestro se había ampliado el Canal para que circularan los buques con el triple de su capacidad anterior, pero la decisión oficial culminó con excesiva carga horaria para los capitanes –más de 20 horas- y poco tiempo de descanso, según la investigación de la ITF.
Las obras de ampliación incluyeron esclusas por las que los capitanes debían remolcar a grandes barcos, una labor puede tardar hasta 10 horas y requiere, por ende, un alto nivel de concentración.
Desde entonces, dos accidentes graves se han producido en el canal por la fatiga de los capitanes de barcos remolcadores. En uno de ellos, en noviembre de 2017, un marinero de un remolcador murió tras recibir un golpe en la cabeza durante una maniobra en el paso marítimo, según el estudio. Aunque la ACP confirmó la tragedia, no dio detalles de los motivos ni se hizo responsable.
La escalada del conflicto en 2018
En este contexto, la gestión de Quijano no solo aumentó la cantidad de horas por trabajador, sino que desde abril pasado eliminó “unilateralmente” al segundo capitán que acompañaba al principal, uno de los motivos por los que están trabajando más horas y bajo mayor presión, según los trabajadores.
El informe revela que, desde entonces, seis capitanes recordaron haberse quedado dormidos mientras manejaban hasta o desde su lugar de trabajo y la misma cantidad se quedó dormida mientras manejaba un bote remolcador. La gran mayoría de los capitanes coinciden en que la mejor forma de prevenir una tragedia es reponer el segundo capitán a bordo.
“Estamos preocupados por el deterioro en la salud de los capitanes y el temor a que ocurra un accidente, no queremos que esto se quede a nivel doméstico, ahora estamos apelando a llamar la atención de la industria marítima internacional”, dijo a Reuters el capitán Iván De La Guardia, directivo de la UCOC.
“Del 1 de julio a la fecha ya hemos tenido siete accidentes de remolcador”, agregó De La
Guardia, quien trabaja como capitán en uno de los barcos. “No han sido accidentes serios (pero) se produjeron porque los capitanes involucrados se han quedado dormidos. Eso es lo que estamos tratando de evitar”, acorde a lo informado por la agencia de noticias.
“Antes, entre barco y barco, por lo general teníamos un tiempo de descanso, ahora es diferente”, sostuvo De La Guardia. “No es lo mismo hacer un trabajo de 45 minutos que estar en los controles de un remolcador por cinco horas continuas; la carga de trabajo subió”.
La lucha gremial
Desde UCOC se organizaron distintas medidas para preservar la seguridad operacional y se agotaron todas las instancias de diálogo que la ACP no quiso concretar. El gremio envió más de 15 cartas en reclamo a mejores condiciones laborales de las que no obtuvieron respuesta.
Recientemente hubo elecciones para el cambio de autoridades del sindicato, que colocó al capital Agustín Ureña como secretario general, con más del 65 por ciento de los votos. “Vamos a seguir en el camino de la defensa incansable de nuestros derechos y la preservación de la integridad y avance de esta organización como ente soberano y autónomo”, aseguró al asumir.
Con respecto al alcance internacional que está teniendo el conflicto de los trabajadores, el dirigente indicó: “Estamos viendo cómo el informe se expande. Nos preocupa porque está en riesgo la seguridad de nuestros trabajadores y la del Canal, que es patrimonio de todos los ciudadanos panameños”.