Los capitanes de los remolcadores del Canal de Panamá están trabajando jornadas peligrosamente largas sin relevo, una situación que plantea graves riesgos para las tripulaciones, las operaciones del canal y la seguridad de la cadena de suministro global.
La afiliada panameña de MM&P, la Unión de Capitanes y Oficios de Cubierta (UCOC), representa a los capitanes de los remolcadores del Canal de Panamá y al personal asociado de los buques. Por eso, el presidente de la UCOC, Daniel Camazón, se puso en contacto con Arsenio Domínguez, Secretario General de la Organización Marítima Internacional (OMI), para pedirle que inste a la Administración del Canal de Panamá (ACP) a que ajuste las condiciones de trabajo en el canal a los requisitos internacionales de horas mínimas de descanso.
“A los capitanes de los remolcadores en el Canal no se les permiten las horas mínimas de descanso requeridas por la convención internacional, las reglas de la Organización Internacional del Trabajo o las regulaciones nacionales de Panamá”, escribió Camazón en una carta del 2 de agosto que también fue firmada por los presidentes de MM&P y Nautilus International.
“Esto es particularmente peligroso en el nuevo Canal, donde los remolcadores trabajan directamente debajo de las proas y en las popas de los buques NEOPANAMAX sin margen de error, protegiendo las compuertas de las esclusas del Canal de posibles desastres”, añadió.
Los peligros se derivan principalmente del mal diseño del canal ampliado, que ha dado lugar a un proceso de tránsito de buques mucho más intensivo en mano de obra.
En las antiguas esclusas, las “mulas” locomotoras impulsadas por electricidad corren sobre rieles a lo largo de las paredes laterales, utilizando cables de amarre y cabrestantes de tensión para mantener la posición de los buques en tránsito.
En las nuevas esclusas, los remolcadores deben posicionar continuamente los buques en tránsito, lo que significa que los capitanes de los remolcadores deben estar a los controles todo el tiempo.
“Los recientes ejemplos del MV Ever Given en el Canal de Suez y del MV Dali en el puerto de Baltimore dejan muy claro el potencial de desastre”, escribieron los presidentes sindicales.
“No le pedimos que intervenga en los procesos políticos o de relaciones laborales de Panamá que han llevado a esta peligrosa situación”, agregaron.
“Lo que buscamos es su ayuda para señalar a la Administración del Canal de Panamá que, aunque el Canal no está sujeto a los requisitos del MLC, el STCW o el SOLAS, la reputación de Panamá como líder de la industria marítima, así como el sentido común, dictan que estas normas deben cumplirse de buena gana y de manera amistosa”, concluyeron.