La medida de fuerza de choferes autoconvocados afectó la circulación de colectivos en la capital correntina y los trabajadores anunciaron que seguirán con la huelga hasta que les paguen los aumentos salariales acordados.
La retención de servicios se realizaba por fuera del paro anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que se inició anoche a las 22 y debía concluir hoy a las 3.30. Los choferes autoconvocados pertenecen a la empresa ERSA, que concentra a casi la totalidad del servicio de transporte capitalino.
Los trabajadores decidieron continuar con la medida de fuerza “hasta que nos depositen la plata”, manifestó a la prensa su representante, Mariano Zacarías.
Por su parte, el secretario general de la UTA, tras una extensa reunión con los directivos de la empresa pidió “equilibrio” y consideró que, “la respuesta no puede ser inmediata y no se puede dejar a toda la gente sin servicio”.
Tras el conflicto interno y las declaraciones de los choferes que expresaron que no se sienten representados por la UTA, el dirigente sindical consideró que “la única forma de solucionar esta situación es estar unidos”.
En este contexto, Suárez ratificó el paro de 22 a 3.30 horas, que ya había sido anunciado y el paro total del martes 20. Dijo finalmente que la medida de fuerza continuará hasta que los recursos sean depositados.
Por su parte, Zacarías, confirmó la continuidad de la huelga al señalar que con el paro “seguiremos y vamos a quedarnos, hasta que nos paguen”.
Los trabajadores del transporte reclaman incrementos salariales acordados en paritarias que aún no fueron abonados y un porcentaje del aguinaldo, según expresaron a la prensa.
La sorpresiva medida de fuerza paralizó casi la totalidad del servicio de transporte urbano (sólo funcionan las líneas 101 y 110 de la empresa Miramar) en la capital de la provincia.