Aluar es la única empresa argentina que fabrica aluminio puro. Por lo tanto, cualquier debate sobre el valor de ese metal la tiene como protagonista. Javier Madanes Quintanilla, presidente de la compañía, se mostró preocupado al ser consultado por el diario La Nación sobre el planteo que les hizo llegar el Gobierno.
"Nos llamó la Secretaría de Comercio Interior y nos pidió que colaboremos para tratar de solucionar este problema. Vamos a aportar toda la cuestión logística que podamos. También sería bueno que, como colaboramos nosotros, lo hagan también las automotrices, que son las que tienen el verdadero problema", dijo.
Según explicó, las autopartes que se fabrican en el país tienen un bajo componente de aluminio puro. "Las refinadoras, que son las que hacen la aleación para fabricar las piezas en el país, nos compran a nosotros el aluminio puro. Luego compran chatarra y otros minerales para hacer la aleación que luego venden a las autopartistas. Pero, le repito, el aluminio puro tiene una incidencia de un 4 por ciento del precio de una autoparte. El problema no está ahí", agregó.
Revuelo
En toda la cadena de valor que rodea a las automotrices hay revuelo. La subida de los costos locales y la devaluación del real encendieron las alarmas. Luego vinieron algunas restricciones para que ingresen los autos fabricados en el país a territorio brasileño (aún quedan 50.000 vehículos que esperan la autorización para llegar a destino) y, finalmente, la luz roja se prendió cuando empezaron los primeros datos de desaceleración de la economía del principal socio del Mercosur.
"Hace unas tres semanas me llamaron a una mesa de diálogo para empezar a ver cómo se podía trabajar en la baja de los precios de las autopartes locales", dijo Madanes Quintanilla. Según contó, en esa mesa no estaban ni las terminales ni las refinadoras. "Los refinadores son nuestros clientes, con la excepción de Polimetal, una empresa que fabrica llantas. Pero ellos no estaban sentados a la mesa", contó.
Sospechas de cartelización
Según la visión de los autopartistas, cuya versión hizo pública el empresario Norberto Taranto, en el sector hay quejas porque pagan por el aluminio 35% por encima del precio internacional. Además, sospechan que los chatarreros locales se han cartelizado.
"La verdad es que no sé si están cartelizados o no. Nosotros nunca compramos chatarra en el mercado local. Es un tema que no conocemos. Ahora bien, si podemos aportar para que haya una solución, lo vamos a hacer. Pero no es un tema nuestro", agregó Madanes Quintanilla.
La industria automotriz se ha convertido en uno de los principales aportantes a la expansión de la producción industrial. Sin embargo, el proceso inflacionario de dos dígitos que ya lleva varios años y, recientemente, los movimientos de la moneda brasileña y, sobre todo, la merma en la demanda de vehículos fueron limando los márgenes de rentabilidad del sector.
"Ojalá que esto sirva para discutir de verdad dónde está el problema de competitividad de la industria automotriz y de su cadena de valor. Nosotros vamos a estar, y si hicimos algo mal lo vamos a corregir, pero la verdad es que no tenemos nada que ver", afirmó el dueño de Aluar.
Respecto de la efectividad que tendría en los costos la importación de regazo de aluminio de China, el empresario agregó: "No puedo decir si esa medida bajará o no el precio de la chatarra local porque allí no operamos. O si sólo poniéndolo sobre la mesa ayudará a mejorar la cotización local. Yo no creo que haya cartelización, no soy de creer demasiado en esas cosas".