Una serie de conflictos sindicales que bloquean con intermitencia desde hace 45 días la producción de crudo y el refinado del petróleo vienen poniendo en jaque la venta a los consumidores finales, y también ponen al borde del cierre a decenas de estaciones que ven como se derrumban su negocio.
Durante casi todo abril, los petroleros del norte de Santa Cruz paralizaron la producción de crudo por una disputa interna en el propio gremio y desde que levantaron la medida, los sindicatos docentes más fuertes de la provincia bloquean la salida de los yacimientos.
A esa situación, que golpeó al 20 por ciento del crudo que se refina en el país, se les sumaron otros conflictos sindicales como el paro de 24 horas de camioneros en Capital y Gran Buenos Aires y la disputa salarial de la UOCRA en Chubut, que también bloquea refinadoras de petróleo.
En los últimos días, un sindicato petrolero paralizó durante 17 horas las plantas de Shell, Esso, YPF, Panamerican Energy, Petrobras, Dapsa, Chevron, Total, Elf y Gulf.
Los conflictos gremiales, la caída en la producción de petróleo, la modernización del parque automotor y el auge en la venta de vehículos obligó al país a volver a importar naftas, una actividad que no realizaba desde los años 90.
Según datos oficiales de la Secretaría de Energía en el primer trimestre se importaron 106.739,8 metros cúbicos (m3) de nafta premium, de mayor calidad, potencia y precio, que costaron unos 77,21 millones de dólares.
Los titulares de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra), Rosario Sica, y de la Confederación del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Luís Malchiodi, se quejaron por la situación.
En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas, los empresarios pidieron una "rápida intervención oficial" para que el Gobierno "obligue a las petroleras a abastecer de todos los productos a las estaciones, y no sólo de los premium".
En las estaciones de servicio escasean los combustibles líquidos más económicos, como la nafta súper y el gasoil común, porque algunas petroleras refuerzan primero el abastecimiento de los productos premium, que son más caros y dan mayor rentabilidad.
"Estamos con stock cero. Estamos agonizando", afirmó Sica y Malchiodi agregó que "es fundamental una intervención inmediata de la Secretaría de Energía para que las petroleras efectúen un operativo de emergencia y abastezcan cuanto antes el mercado".
La escasez golpea principalmente a la Capital y el Gran Buenos Aires porque las refinadoras más afectadas por los bloqueos son las ubicadas en La Matanza, La Plata, Junín, Dock Sud (Avellaneda) y Bahía Blanca.
"Donde estamos mas sacrificados es en la zona metropolitana de Buenos Aires. Si no hay un nuevo paro en el medio, para el jueves o viernes el abastecimiento podría normalizarse", opinó Rica.
Malchiodi, en tanto, instó al secretario de Energía, Daniel Cámeron, a que intervenga en el porque de lo contrario "las petroleras hacen lo que se les da la gana para buscar un cambio de precios" para sus productos.
