El mapa de la Argentina continúa reflejando una importante dispersión en el precio del combustible de acuerdo con la zona geográfica del país de la que se trate.
Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Córdoba siguen siendo las provincias en las que los transportistas de cargas pagaron más caro el litro de gasoil (superando los 250 pesos), y Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los distritos con el menor valor mínimo registrado (120 y 130 pesos respectivamente).
El nuevo relevamiento realizado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) muestra ese contraste al 28 de junio de 2022.
Mediante una consulta enviada a las 44 Cámaras de transporte que nuclea FADEEAC, se pidió a los asociados que informaran el precio abonado por litro de gasoil ultra o similar (conocido como gasoil grado 2, tipo de combustible que usa más del 80% de las empresas). A partir de la recolección de esos datos se seleccionó para cada provincia el valor mínimo y máximo de compra informado.
En el mapa se observa el contraste entre el Norte (con varios distritos en los que los conductores y propietarios de camiones pagaron más de $250 por litro) y el Sur (donde las cifras máximas informadas rondan los $180 por litro).
Se verifica además una gran diferencia entre los valores mínimos y máximos informados para una misma provincia, con guarismos que ya superan el 56%.
Respecto del mapa difundido el 22 de junio, esta versión muestra que en 11 distritos aumentó el precio mínimo por litro de gasoil reportado en Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Río Negro, Santa Cruz, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Misiones.
Como se mencionó entonces, uno de los factores que influye en la diferencia de costos tiene relación con el complejo entramado impositivo de la Argentina. La potestad de los tres niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal) para aplicar impuestos diversos sobre el combustible es uno de los factores que alimenta las diferencias estructurales en el costo final del litro de combustible.
En la actual situación de anarquía de precios y disponibilidad de combustible, el suministro no se normalizará sin una coordinación pautada y elaborada en Mesas de trabajo que agrupen a petroleros, transportistas y autoridades del Gobierno.
Los especialistas en Energía que integran el Departamento Técnico e Infraestructura Vial de FADEEAC señalan que de acuerdo con los pronósticos de la Energy International Administration (EIA) de los Estados Unidos, el coste del petróleo continuará elevado en 2023, estimándose en unos US$93,24 por barril de WTI (punto de referencia para el mercado de petróleo ligero de EE.UU), por lo que resulta imperativo encontrar soluciones cuanto antes para el tema, pues este escenario de precios de la energía llegó para quedarse.
En este contexto es que los expertos señalan que otro de los puntos que requiere de urgente análisis es la coordinación de un Fondo Compensador destinado a la importación de gasoil.
” Los controles de las condiciones de abastecimiento en cada ruta, a precios razonables, es una tarea indelegable de la responsabilidad pública. La situación es muy difícil. Los transportistas ven alterados sus costos de forma asincrónica y sin previsibilidad. La logística requiere de precios de combustibles uniformes y transparentes”, remarcan desde Federación.
“Los transportistas no somos parte del problema sino la solución, por ello sugerimos que la normalidad debe ser conducida y estamos dispuestos a colaborar para que la competitividad se preserve, pues unos pocos ganan en las crisis y todos lo hacemos con el crecimiento”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.