Desde mayo de 2022, un total de 219 de conductores con licencia radicada en la Ciudad de Buenos Aires fueron suspendidos por acumular 10 o más infracciones de tránsito consideradas graves. Es el resultado del trabajo en conjunto entre la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y el Gobierno de la Ciudad para identificar a aquellas personas que suman varias faltas a las normas sin resolver y que ante la posibilidad de regularizar su situación hicieron caso omiso.
Un balance realizado por el organismo que depende del Ministerio de Transporte de la Nación indica que los 219 conductores suspendidos sumaban 2.937 infracciones impagas, es decir, un promedio de 13 faltas por ciudadano. Además, solo 22 de estos infractores seriales tenían entre 20 y 40 multas acumuladas. La infracción más repetida fue el exceso de velocidad de entre un 10% y 30% más que el límite permitido.
Otras faltas que se registraron fueron el exceso de velocidad de hasta un 10% y las que superaron un 30% la velocidad permitida, que significa que los infractores circulaban a más de 140 km/h. En menor medida, el motivo de las sanciones fue por la falta o el estado antirreglamentario de las patentes y el no respeto de la luz roja de los semáforos.
“Todos estos conductores fueron suspendidos porque pusieron en riesgo en reiteradas ocasiones su vida y la de otras personas y, pese a las citaciones del GCBA, nunca se presentaron ante los Controladores. Hay que entender que manejar es, antes que un derecho, una responsabilidad y que la licencia es una habilitación que el Estado puede revocar cuando su poseedor decide que las normas no le importan”, manifestó el titular de la ANSV, Pablo Martínez Carignano.
“Este convenio demuestra la importancia del trabajo mancomunado entre distintas administraciones dejando en claro que se cumplió con las expectativas que se tuvieron al momento de rubricarlo. La seguridad vial es una responsabilidad de todos y desde la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad tratamos de ayudar en esta tarea”, expresó Bárbara Moramarco, titular de la DGAI.
El convenio firmado entre la ANSV y CABA funciona de la siguiente manera: la DGAI notifica al conductor que acumule 10 o más infracciones graves en los últimos 6 meses para que resuelva su situación conforme a la normativa local. Si el conductor desobedece la citación y no la regulariza, se pone en conocimiento a la ANSV, que podrá solicitar la suspensión provisoria de la Licencia Nacional de Conducir por sus reiteradas faltas, entendiendo que implica un riesgo para sí mismo y para los demás en la vía pública.
Para recuperar la licencia y estar habilitado nuevamente, los conductores suspendidos bajo este convenio deben regularizar su situación con la jurisdicción y someterse nuevamente a los exámenes psicofísicos.
Las infracciones consideradas graves están estipuladas en el artículo 77 de la Ley Nacional de Tránsito y son las siguientes: conducción en estado de ebriedad, bajo los efectos de estupefacientes y/o cualquier otra sustancia que disminuyan las condiciones para psicofísicas normales, negarse a un control de alcoholemia, no respetar los límites de velocidad permitidos, violar la señalización de los semáforos y circular sin patente o que la misma esté adulterada.
