Una empresa de 25 años de trayectoria, 500 empleados, factura más de 600 millones al año, ya realizó los cambios en su estructura móvil para consolidar su liderazgo luego de la crisis sanitaria.
Los hermanos Carrara, Alberto, Maximiliano y Martín, se metieron en un negocio que desconocían en los años 90, en el 95 más precisamente, con una inversión de apenas 30.000 dólares. A partir de allí, con esfuerzo y mucha paciencia, esperaron con atención su oportunidad y, luego de asumir unos riesgos, no la dejaron pasar.
Los primeros desafíos fueron las visitas de enormes comitivas internacionales, no solo numerosas, también muy exigentes, posiblemente, los más exigentes. Las visitas de los presidentes Bush primero y luego Clinton, fueron cubiertas por sus flamantes unidades que les permitieron ofrecer el mejor de los servicios y una experiencia que sus clientes no olvidaron nunca más.
Esa calidad de hace 20 años se sigue sosteniendo hoy a través de cuatro unidades de negocio orientadas a ofrecer soluciones de movilidad para empresas e instituciones gubernamentales: Traslada, Muevo, Vak y Dottransfers.
Traslada es el servicio de remises y charters corporativos; Muevo brinda soluciones de movilidades de personas, mensajería y paquetería para e-commerce; Vak es una unidad dedicada a la distribución y almacenamiento de cargas y fletes corporativos mientras que Dottranfers ofrece servicios de traslados premium en el exterior y el traslado de tripulaciones aeronáuticas en tierra.
Hasta ahí, casi un cuento de hadas. El esfuerzo y la capacidad de manejo de recursos los llevó a surfear sobre las mieles del éxito. Llegó la pandemia y todo cambió.
“No” dice firmente uno de los Carrara. “No vamos a discutir que fueron momentos de incertidumbre y mucha preocupación pero nuestra experiencia sacó lo mejor de cada uno de nosotros y, por supuesto, de todos los recursos humanos de Traslada” contó Maximiliano.
Aeropuertos vacíos y personal trabajando desde sus casas era lo peor que podía pasarle al negocio. No demoraron e inmediatamente comenzaron el proceso de reconversión de todo en la empresa, de sus recursos y también de los servicios. “Pudimos reconvertirnos para brindar una propuesta diferente y focalizarnos en los servicios grupales. Pero también encontramos oportunidades en el mundo de la logística”, sostuvieron frente a la periodista Laura Mafud del diario El Cronista.
Tal cuál sucede en los vehículos de otros países, la primer modificación evidente fue el acrílico divisor entre la cabina del conductor y del pasajero. Después vino la prueba de los químicos habilitados para la desinfección de todos los elementos que conforman el servicio. Finalmente, en tiempo récord, la capacitación de todo el personal, no solo de los choferes sino también del personal administrativo.
La reacción de todo el Grupo no solo fue rápida, también efectiva. Los Carrara afirman que la comunicación hacia sus clientes históricos y hacia los nuevos que llegarían con este nuevo panorama mundial les permitió trasladar su know how y experiencia a otros países donde ya están presentes y firmando acuerdos en más de 400 ciudades de todo el mundo que posiblemente les permita aumentar su facturación en 2020 y 2021 en más del 60% más allá de la sensible baja que tendrán a final de este año a raíz de la crisis por el Covid-19.
