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Hidrocarburos no convencionales, un desafío para la Región

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Con 23% de las reservas mundiales de petróleo crudo y 4% de las de gas natural, la región de América Latina y el Caribe es rica en recursos energéticos fósiles y renovables, pero éstos se concentran en pocos países y la mayoría son energéticamente dependientes de las importaciones, indicó Néstor Luna, director de estudios y proyectos de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), según informa NA.

 

En ese sentido, las mayores reservas de petróleo y gas están en Venezuela, mientras que junto a México y Brasil los tres países representan el 78% de la oferta regional de energía, sostuvo Luna, en el marco del II Seminario Latinoamericano y del Caribe de Petróleo y Gas que se desarrolla en Montevideo.

 

Pero como el desarrollo de la región dependerá de la disponibilidad de combustibles fósiles y los altos precios internacionales de estos combustibles impactan sobre los países importadores, hidrocarburos como el petróleo extra pesado, el bitumen natural o arenas bituminosas (oil sands), el esquisto (shale gas) o el gas de arenisca (tight gas) cobran un nuevo interés. Se trata de hidrocarburos que por su localización, tipo de yacimiento y características físicas no pueden ser extraídos con las tecnologías tradicionales sino que requieren procedimientos especiales para su recuperación.

 

Argentina es el primer país de la región que inició actividades de explotación de gas natural no convencional en la provincia de Neuquén (centro-oeste). Junto a México y Brasil son los países con mayores reservas de gas no convencional técnicamente recuperable. Pero también se consideran países con potencial para explotar este recurso Colombia, Uruguay, Chile y Paraguay.

 

El potencial

 

Los hidrocarburos no convencionales son importantes en particular "para los países que no tenían acceso a la explotación de petróleo y gas y que por estas tecnologías lo comienzan a tener", indicó el ministro de Industria y Energía uruguayo Roberto Kreimerman.

 

Los costos de recuperación de estos hidrocarburos son más elevados y su rentabilidad "pudiera ser marginal", indicó Luna. "Pero también el potencial o la cantidad de recursos es mayor por lo que cada país debe sopesar si es válido empezar a explotar un (hidrocarburo) no convencional". Sobre todo en materia de gas "los márgenes pueden no ser los que busque una empresa pero sí pueden servir a un país en el sentido de buscar una sostenibilidad energética, para complementar una matriz energética", sostuvo.

 

La Agencia internacional de Energía calcula que la incorporación de gas no convencional ha elevado las reservas mundiales de gas a 920 billones de metros cúbicos, añadió.

 

Marco regulatorio

 

Para Luna, si un país apuesta a los no convencionales, "debe establecer un marco regulatorio apropiado para poder aprovechar al máximo los recursos pero también establecer los incentivos fiscales que esto representa". Añadió que además "hay que ser muy cuidadosos" con la regulación ambiental.

 

También René Ortiz, ex secretario general de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), advirtió que "el gran desafío" para la industria es "producir hidrocarburos con responsabilidad ambiental certificada".

 

Según la Olade, la principal preocupación ambiental sobre un futuro auge de la explotación de hidrocarburos no convencionales, especialmente del gas esquisto, es el uso de grandes cantidades de agua como fluido de fracturamiento, la que se mezcla con químicos -la mayoría tóxicos- que la contaminan.