Los pilotos de la aerolínea irlandesa Ryanair iniciaron este viernes una huelga en cinco países europeos que podría dejar a más de 50 mil pasajeros en tierra.
La movilización de los pilotos, que reclaman mejores condiciones de trabajo, llega en pleno periodo vacacional por el verano boreal y afecta a Alemania, Bélgica, Suecia, Irlanda y Holanda. El número dos europeo del transporte aéreo debería anular unos 400 vuelos, dejando a más de 55 mil pasajeros en tierra, 42 mil de ellos, en Alemania.
La compañía de bajo coste aseguró que el 85 por ciento de sus vuelos estaban garantizados. “Más de dos mil vuelos operarán normalmente, transportando a casi 400 mil pasajeros en Europa”, indicó la compañía en Twitter. “La mayoría de los clientes afectados ya fueron asignados a otro vuelo Ryanair“, agregó.
En el aeropuerto de Charleroi, la mayor plataforma de Ryanair en Bélgica, una veintena de pilotos de la compañía participaron en una protesta, con banderolas donde se podía leer “Ryanair en huelga” o “Respétenos”. Está prevista una manifestación parecida en el aeropuerto de Fráncfort en Alemania.
La compañía, que reivindica 130 millones de clientes anuales y denuncia una huelga “inútil”, se ha visto afectada en los últimos meses por el malestar de su personal en Europa.
A finales de julio, su personal de cabina en España, Italia, Portugal y Bélgica convocó una huelga que obligó a anular unos 600 vuelos y afectó a más de 100 mil pasajeros.
El impacto de este tipo de huelgas es mucho más importante que el de las huelgas nacionales aisladas, en las que la compañía puede sustituir a los huelguistas por colegas suyos de países vecinos.
Contratos más flexibles
Las tensiones en Ryanair estallaron tras un importante problema de planificación de los pilotos en septiembre de 2017, que provocó un grave conflicto y 20 mil cancelaciones de vuelos.
Esta crisis forzó a Ryanair a reconocer a los sindicatos en varios países, algo a lo que la aerolínea se había negado hasta la fecha. Entre otras reivindicaciones, los sindicatos reclaman subidas de sueldo, la integración de los interinos o que los contratos de trabajo sean acordes a los países de residencia de los pilotos.
“No queremos causar perjuicio a la compañía pero es necesario que la sede de la compañía en Dublín reconsidere cómo se trata a los empleados”, dijo Ingolf Schumacher, un dirigente del sindicato de pilotos alemán Vereinigung Cockpit (VC), en declaraciones a la cadena N-tv.
Según los sindicatos, Ryanair impone a su personal siempre que puede contratos de trabajo irlandeses, más flexibles, aunque vivan en otras partes de Europa. Para justificarse, la compañía aduce que la mayor parte del trabajo se realiza a bordo de aviones matriculados en Irlanda.
“Ryanair vende billetes a 39 euros y sigue teniendo un beneficio. Claramente son los empleados los que pagan el precio”, aseguró otro representante de VC, Janis Schmitt.
Morning update, Friday August 10th: pic.twitter.com/F9hsHMmG3h
— Ryanair (@Ryanair) 10 de agosto de 2018
Ryanair, que registró un crecimiento considerable (para 2018 se esperan beneficios de 1.250 millones de euros, 1.440 millones de dólares), se jacta además de tener “costes mucho menos elevados por pasajero que sus competidores”.
En Alemania, el director de marketing de la compañía, Kenny Jacobs, tachó la huelga de “inútil”, afirmando que los pilotos estaban mejor pagados que los de Easyjet y Norwegian.
“Los sueldos pueden alcanzar los 190 mil euros anuales y son, de media, de 150 mil euros anuales. Ya recibieron un aumento del 20 por ciento de su sueldo este año”, afirmó.
Las indemnizaciones por los vuelos cancelados podría convertirse en una cuestión espinosa para la compañía irlandesa. Una asociación belga de consumidores, Test Achats, tiene prevista una acción judicial a finales de agosto por el rechazo de la empresa a indemnizar a los viajeros.
“La compañía argumenta circunstancias excepcionales mientras que la corte de justicia de la UE juzgó de forma clara que una huelga interna en la compañía no constituía un motivo para no indemnizar a sus pasajeros“, afirmó Test Achats en un comunicado.