Dabid Gobé, presidente de la Sección Ferroviaria, resaltó la visión de la ITF sobre la transición hacia un futuro sin emisiones de carbono.
La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) lanzó hoy su campaña global para promocionar sistemas ferroviarios seguros y sostenibles. La misma tiene el objetivo de promocionar un transporte que ayude a disminuir la emisión de carbono y que pueda impulsar la recuperación de las economías.
“El transporte ferroviario es el más adecuado para la descarbonización del tráfico de mercancías y de pasajeros. Pero los sistemas ferroviarios no pueden hacer esto por sí solos, necesitan complementarse con el sistema marítimo, la aviación y el transporte de carreteras para responder los desafíos medioambientales y sociales”, expresó Dabid Gobé, presidente de la Sección Ferroviaria de la ITF y agregó que, “el transporte público ferroviario puede trazar un nuevo rumbo y estimular la recuperación económica basada en la cooperación en lugar de la competencia”.
Así, desde la ITF aseguran que “un transporte ferroviario seguro y sostenible puede ayudar a sacar al mundo de la crisis económica, climática y social actual” y que, además “es un nuevo modelo económico y social, que redefine el papel de los pasajeros, los trabajadores, los empleadores, el Estado y el medioambiente”.
De esta manera, la inversión pública en el transporte ferroviario puede impulsar la recuperación de las economías. En la India, por ejemplo, cada dólar invertido en el ferrocarril genera 5 dólares de PIB en el resto de la economía.
Por otra parte, el transporte ferroviario reduce las emisiones de carbono. Por eso, la ITF resalta el rol clave que el ferrocarril y el transporte público tienen para “llevar adelante el cambio modal radical y ecológico que el transporte necesita”. Por pasajero-kilómetro, el tren pesado emite un 75 % menos de emisiones que los automóviles y el tren ligero, un 57 % menos.
Por último, desde la ITF confirman que “el transporte ferroviario propicia la igualdad económica y social a través del acceso al trabajo, los empleos cualificados y los salarios más altos”.
Por término medio, cada puesto de trabajo creado en el transporte ferroviario crea otro en la industria manufacturera, la alimentación, el comercio u otros sectores. El ferrocarril también proporciona a la ciudadanía la movilidad que precisa para acceder a sus empleos y medios de subsistencia.
Visión de la ITF sobre el transporte ferroviario
La visión de la ITF para un transporte ferroviario se basa en el cumplimiento de cuatro criterios:
1. Seguridad: las operaciones y los servicios ferroviarios deberán contar con la dotación de personal suficiente para proteger la seguridad de todos. En el último tiempo se han presenciado recortes de personal en sus lugares de trabajo. Las áreas más amenazadas por la destrucción de puestos de trabajo son la venta de boletos —donde se da un impacto desproporcionado para las mujeres, ya que ocupan la mayoría de estos puestos— y el
mantenimiento. Esto amenaza la seguridad de los pasajeros y de las comunidades por las
que circula el ferrocarril. La escasez de personal también expone a pasajeros y trabajadores,
especialmente a las mujeres, a un mayor riesgo de violencia y acoso.
2. Sostenibilidad: con millones de puestos de trabajo verdes y de calidad que brindarán un mundo mejor a las generaciones venideras. La tecnología, por sí sola, no reducirá las emisiones al nivel necesario para descarbonizar el transporte. Con el fin de reducir suficientemente las emisiones de carbono del transporte, el transporte colectivo debe sustituir a la mayoría de los automóviles y a los modelos ineficientes de distribución de mercancías.
3. Justicia social: donde los trabajadores y trabajadoras tengan voz en lo que respecta al uso de las nuevas tecnologías y donde las cadenas de suministro estén libres de abusos.
4. Propiedad pública: con sistemas ferroviarios que operen sin ánimo de lucro y en manos del sector público. La privatización pone en peligro a los pasajeros, a los trabajadores y a las comunidades.
La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) afilia a más de 20 millones de trabajadores y trabajadoras del transporte de 670 organizaciones sindicales en 150 países.
