Para este año, la asociación espera 4.000 millones de dólares en beneficios en lugar de los 8.600 millones que se preveían en marzo, dijo el director general de la institución, Giovanni Bisignani.
El año pasado, el sector tuvo un resultado récord de 18.000 millones de dólares, según la agencia de noticias Dpa.
El terremoto y tsunami del 11 de marzo en Japón, los movimientos de protesta en Cercano Oriente y el norte de Africa, así como los altos precios del petróleo, afectaron mucho a la industria, dijo Bisignani al inicio de la reunión anual de la IATA
en Singapur. "No hay mucho espacio para más shocks", reconoció.
El funcionario indicó que los avances en eficiencia en las aerolíneas la pasada década y el fortalecimiento de la economía global, están ayudando a contrarrestar la suba del combustible.
Este año los costos de combustible llegarán a los 176.000 millones de dólares, 10.000 millones más que en 2010.
Este cuestionó también una iniciativa de la UE para gravar en Europa a las aerolíneas por sus emisiones de carbono (CO2) a partir de 2012. "Guardamos un lugar especial de deshonra en el `salón de la vergüenza´ de la IATA para la Unión Europea y su Parlamento", dijo a los líderes de la industria en el encuentro anual de la entidad.
Al respecto, el director ejecutivo de la alemana Lufthansa, Christoph Franz, indicó que la política de emisiones europea puede elevar a una competencia desleal y generar medidas de represalia, como por ejemplo posibles restricciones de despegue y aterrizaje en China, Norteamérica y Rusia.
Lufthansa calcula los costos adicionales por la medida en hasta 512 millones de dólares anuales, si el plan entra en vigencia.
"El cambio climático es un problema global, y por ello necesitamos soluciones globales", sentenció Bisignani, entidad que reúne a unas 230 aerolíneas, lo que equivale al 93 % del tráfico aéreo mundial.