El avión Piper PA 42 de ocho plazas, en el que viajaban Falbo y Casal, se despistó cuando intentaba decolar desde el aeródromo de Mercedes y los funcionarios sufrieron contusiones menores.
Al parecer, el accidente se debió a un desnivel del terreno de la pista, cuando las ruedas de la nave se trabaron y se desvió hacia pastizales que lo rodeaban.
La Corte, con las firmas de los jueces Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay, asignó la investigación a un juez del fuero ordinario, pese a que en los accidentes aéreos por lo general interviene un juez federal.
Para ello, se tomó en cuenta para la resolución que, según la descripción de los hechos, no se habría cometido en principio ningún delito doloso en el marco del siniestro sino que "el hecho investigado se orientaría hacia la posible comisión de delitos culposos mediante la conducción de una aeronave".
"Además, el accidente investigado no habría provocado ningún inconveniente para el tránsito o tráfico aéreo en la zona operativa del aeroclub involucrado, por lo que no se debió alterar la programación de ninguno de los vuelos previstos para esos días. Nótese que la aeronave se detuvo fuera de aquella zona y lejos de la pista, la cual, por lo demás, no sufrió ningún daño", sostiene el dictamen sobre el que se basó el fallo.
"Corresponde a la justicia provincial proseguir con el trámite de estas actuaciones, sin perjuicio de lo que surja del desarrollo ulterior de la investigación, en particular del informe final de la Junta de Investigaciones de Accidentes Aeronáuticos acerca de las causas del incidente", resume la resolución.