“La Argentina pasó de recibir en general 1,3 millón de turistas extranjeros en 2001 a 5,3 millones en 2010, consolidándose como primer destino de turismo extranjero de América latina. Además, Buenos Aires se posicionó como primer destino de reuniones de Sudamérica y, en este contexto de fuerte crecimiento del turismo, lo mismo sucedió con los cruceros, que recalan en Buenos Aires, Ushuaia y Puerto Madryn principalmente, explicó Leonardo Boto Álvarez.
Quien habla, es director ejecutivo del Inprotur, la entidad de promoción del turismo del país en el exterior, durante su disertación en la Convención de Cruceros de Sudamérica Seatrade, que se realizó en San Pablo, Brasil.
La temporada pasada había caído el número de recaladas en Buenos Aires, a 137, desde las 142 del verano 2009/2010. Sin embargo, esto no significó una disminución en la cantidad de pasajeros.
“Pese a la reducción de arribos de barcos, hubo una mayor cantidad de cruceristas, ya que sumaron 357.400, frente a los 336.000 del año anterior, porque los buques fueron de mayor porte”, aclaró Oscar Vecslir, presidente del Puerto de Buenos Aires.
En 2003/2004, los cruceristas sumaban apenas 55.960, con 49 arribos de buques.
En momentos donde la crisis en Europa, especialmente en España, hace reducir el caudal de viajeros de ese origen, son los argentinos los que más impulsaron al incremento porteño en cruceros, al pasar de 29.146 viajeros en 2007/2008 a 98.258 la temporada pasada y aportar del 16% al 37% del total en el mismo lapso, sobre un total creciente.
Y el dato no es menor, si se tiene en cuenta que en Brasil prevén que esta temporada la cantidad de pasajeros crecerá apenas 1,6%, con una reducción importante en recaladas en ciertos puertos, como Río de Janeiro, que recibirá un 26% menos, o Buzios, con una merma del 8%, según datos de Abremar, la entidad que nuclea a las empresas de cruceros en Brasil.
Las compañías explicaron que, en esta reducción, pesan los altos costos impositivos, especialmente en el puerto carioca, y las nuevas políticas para reducir los arribos simultáneos en Buzios para minimizar el impacto en el medioambiente.
Consultados por El Cronista sobre la razón del sostenido crecimiento en la Argentina frente al leve alza de Brasil, los empresarios no fueron optimistas sobre las perspectivas locales. “Buenos Aires venía de una tendencia de fuerte crecimiento, pero el problema es si está preparada para crecer en el futuro”, comentó Ricardo Amaral, CEO de Abremar.
“Si bien la Argentina tiene un gran crecimiento, hay desafíos que afectan al largo plazo. Los pasajeros del mundo buscan barcos grandes, con mayor entretenimiento, que tienen ciertos condicionamientos para ingresar a Buenos Aires por las hidrovías y el costo de acceso en el Río de la Plata”, comentó Adam Goldstein, CEO de Royal Caribbean.