El secretario de Energía, Darío Martinez, aseguró que el Gobierno nacional no va a convalidar un precio de los combustibles “que no pueda soportar el bolsillo de los argentinos” y que el proceso de recuperación de sus valores tras nueves meses de congelamiento “va a ser muy gradual”.
En declaraciones a medios periodísticos, Martínez se refirió al incremento de 3,5% promedio que aplicaron las petroleras para trasladar el aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ILC), el Impuesto al Dióxido de Carbono y los biocombustibles.
El del viernes último fue el tercer aumento de precios en los surtidores, luego de los dispuestos por las petroleras el 19 de agosto del 4,5% y el 18 de septiembre del 3,5% lo que permitió un acumulado del 11,9% desde el 1 de diciembre.
“En este caso, en términos redondos, el aumento refleja dos puntos por la actualización del ILC, un punto para las destilerías y medio punto para la industria de los biocombustibles”, precisó el funcionario.
Sobre el sector de producción de bioetanol y biodisel, Martínez dIjo que “hace muchísimos meses que no había ninguna actualización”, y que la decisión de autorizar un incremento del 10% se hizo en función de que “las plantas están paradas en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y Tucumán“.
Sobre la continuidad de la recuperación de precios, el secretario afirmó que “tampoco se va a dar un precio que están pidiendo las destilerías que no pueda soportar el bolsillo de los argentinos”.
“Todo va a ser muy gradual y de alguna manera se podrá ir recuperando de a poco, pero de ninguna manera trasladar directamente a precio”, subrayó el expresidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.
Martínez pidió recordar a la industria que “cuando todo esta mal se decidió asegurar un precio sostén para apoyar a la actividad, pero cuando vaya para arriba tampoco se va a trasladar de manera inmediata al surtidor. Hay que ir graduando y buscar amortiguadores” a los incrementos de precios.
“Venimos a darle tranquilidad a la economía, venimos a armonizar los intereses de todos en política energética y también para los usuarios”, dijo, para luego reiterar que el Gobierno no quiere “que los argentinos tengan que dejar de pagar bienes y servicios para pagar la energía”.