La Unión Recibidores de Granos y Anexos (Urgara), que lidera Alfredo Palacio, conmemoró hoy el 30 aniversario del fallecimiento de 22 trabajadores durante una explosión producida en el elevador 5 de la Junta Nacional de Granos, que estaba ubicada en la localidad portuaria de Ingeniero White, próxima a Bahía Blanca.
El acto, que también contó con la presencia de familiares y amigos de las víctimas, se llevó a cabo a las 11 en Ingeniero White, con un toque de sirena en el lugar del accidente, seguido de un minuto de silencio. El episodio ocurrió poco después de la medianoche del 13 de marzo de 1985, cuando el personal del elevador 5 de la Junta Nacional de Granos avisó a los empleados que se desempeñaban como guardias contra incendios, que había fuego en el tambor de la noria número cuatro.
Fue entonces que se registraron una serie de explosiones que en forma de reacción en cadena recorrieron las galerías y descendieron por el hueco del ascensor. Según las crónicas periodísticas de la época, las explosiones destruyeron la pared exterior del hueco del ascensor en un tramo de más de setenta metros, desplomaron el techo de los silos y destruyeron las balanzas y las galerías de embarque, la sala de control, el subsuelo y las tolvas para la descarga de camiones. Debido al episodio, 22 personas que se desempeñaban en el lugar fallecieron en la que fue una de las tragedias más importantes en la historia del puerto de Ingeniero White.
"Recordar es un momento horrible que yo pasé porque a mis compañeros, a algunos de ellos los vi subirse a la ambulancia solos y a las 48 horas estaban fallecidos", afirmó Rosario Impala, de 71 años, testigo del episodio y que además trabaja en la Terminal Bahía Blanca, donde funcionó la ex Junta Nacional de Granos. "La tragedia es una marca que llevamos en el corazón porque hemos perdido varios compañeros", agregó, y comentó que todavía trabaja en el mismo lugar y a veces "entran a rebobinar los recuerdos de aquella época".