Así lo aseguró hoy el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines (Fecac), Gabriel Bornoroni, y advirtió que hay 800 estaciones de servicio en “peligro de cierre”, lo que representa un 16,7 por ciento de surtidores.
“Vivimos una situación complicada, con una caída interanual del consumo del ocho por ciento en todo el país. Parece un porcentaje menor, pero no lo es. De las 4.800 estaciones que hay en el territorio nacional, unas 800 corren actualmente peligro de cierre”, alertó el directivo.
En declaraciones radiales, Bornoroni aseguró que, frente a este panorama, los expendedores están “muy alertas, pero al mismo tiempo desconcertados, porque en todas las provincias hay cuenta corriente para la venta de combustible. En algunas, un 50 por ciento del consumo se realiza de esa manera. Y eso termina perjudicando nuestra rentabilidad”.
El empresario indicó además que los aumentos registrados en los últimos días -del 2,5 por ciento en YPF y del en el resto de las petroleras “generan inflación y preocupación en la sociedad”.
También aclaró que los estacioneros no pueden rebajar los precios si así lo quisieran, ya que los valores “son fijados por las petroleras”. “Para nosotros, lo ideal sería tener un horizonte de previsibilidad de al menos seis meses“, afirmó.
Bornoroni detalló que una estación del servicio tiene un margen de ganancia promedio del 2,5 por ciento sobre el total de sus ventas, y que el “punto de equilibrio” para esos comercios es vender “unos 400 mil litros” mensuales.
En lo que va del año, el precio de los combustibles aumentó catorce veces, y acumula un alza del 70 por ciento promedio.
En este marco, en los próximos días la Subsecretaría de Recursos Hidrocarburíferos aplicaría un fuerte incremento (de hasta 15,7 por ciento) en los precios regulados de los biocombustibles, que se utilizan para “cortar” las naftas y el gasoil.