Los trabajadores mantuvieron encerrados por unas nueve horas en sus oficinas al presidente, autoridades y empleados de la empresa naval de Ensenada, situación que finalizó luego de que las autoridades accedieran a firmar un acta de compromiso para la compra de insumos.
Los trabajadores ocuparon el edificio de dirección para reclamar por la reactivación de la planta y contra los descuentos salariales que aplicó el gobierno bonaerense. En el marco de una tensa jornada, la fiscal de turno, María Eugenia Di Lorenzo, ingresó por la noche a la planta en el marco de una denuncia por supuesta “privación ilegal de la libertad”.
Y más tarde la medida de fuerza fue levantada cuando las autoridades se comprometieron a comprar insumos, que venían pidiendo los trabajadores.
La protesta había comenzado cuando trabajadores del Astillero Río Santiago afiliados al sindicato de ATE iniciaron una toma de la planta ubicada en la ciudad de Ensenada, en reclamo de “insumos básicos para retomar la actividad productiva”, con el interventor Daniel Capdevila, y otros directivos, dentro del edificio y sin poder salir.
El secretario general de ATE-Ensenada, Francisco Banegas, explicó que, ante el reclamo, Capdevila “pidió más tiempo para resolver temas vinculados a la provisión de materiales, que tienen paralizada la producción”, pero en el gremio aclararon que no iban levantar la ocupación del lugar hasta no tener una respuesta.
Los empleados reunidos reclamaron que las autoridades de la fábrica “una vez que vienen al astillero trabajen y resuelvan con los ministros provinciales de Economía, Hernán Lacunza y de Trabajo, Marcelo Villegas este asunto, que es prioridad para los trabajadores“.
Gracias a la lucha de los compañeros obtuvimos un acta de compromiso para tener los insumos necesarios para trabajar en el día de mañana y una reunión con los ministros el día lunes. Gracias a toda la comunidad por su apoyo. #TomaAstillero
Vamos compañeros, esta lucha la ganamos— Trabajadores del Astillero Río Santiago (@trabajadoresars) 14 de septiembre de 2018
En ese contexto, Capdevila negoció la provisión de oxigeno y gas, mientras los trabajadores se encontraban en una permanencia pacifica en los alrededores del Edificio de Dirección, para “garantizar que se cumpla con la entrega del vital insumo, que permite avanzar en las obras de construcción naval“.
Entre esos trabajos a terminar figura el buque Eva Perón, que está en un 97 por ciento y requiere una inversión de 75 millones de pesos para ser entregado, mientras que la Provincia recibiría un pago de más de 200 millones de pesos por las nave, según trascendió.
La nueva escalada de tensión sobre el astillero llegó luego de dos semanas calma, tras los serios incidentes con enfrentamientos con efectivos policiales en una protesta que hicieron los trabajadores despedidos en el centro de La Plata el pasado 21 de agosto.
Por su parte, la gobernadora María Eugenia Vidal se había vuelto a referir al conflicto de Río Santiago en una entrevista televisiva que dio días atrás, en la que volvió considerar que el astillero se convirtió durante la gestión anterior en “un nido de corrupción”.
Las autoridades terminaron accediendo a firmar un acta donde se comprometieron a destrabar la compra de insumos y a una reunión con los ministros Hernán Lacunza (Economía) y Marcelo Villegas (Trabajo) el próximo lunes.