Las terminales aéreas de Bariloche, Esquel y San Martín de los Andes aumentarán sus operaciones durante la temporada de invierno, por lo que el Ministerio de Transporte trabajó en las condiciones de seguridad y operatividad para reducir demoras y cancelaciones que pudieran producirse debido a las condiciones climáticas.
El crecimiento de la oferta aérea, en particular en Bariloche, está liderado por Aerolíneas Argentinas, que tendrá 56 frecuencias semanales desde Aeroparque, otras siete desde Ezeiza, ocho desde Córdoba, siete desde Rosario y tres desde Bahía Blanca.
Latam, en tanto, tendrá 40 frecuencias con Aeroparque en promedio en julio, dos desde Tucumán y siete semanales desde Ezeiza, mientras que para Flybondi será su primer invierno en Bariloche, con 16 frecuencias semanales desde El Palomar, seis desde Córdoba y dos desde Mendoza, mientras que Andes aportará otras siete frecuencias semanales desde Aeroparque.
En el plano internacional, será la primera vez que Bariloche cuente con vuelos directos desde Brasil, a cargo de las aerolíneas Gol, que volará a San Pablo con dos frecuencias semanales; LATAM, que también ofrecerá esa conexión con un vuelo diario; y Azul Linhas Aereas, que comenzará a volar desde Campinas con tres frecuencias semanales.
“Estamos uniendo todos los esfuerzos para llegar preparados a la temporada de invierno donde en Bariloche, por ejemplo, vamos a tener un 30 por ciento más de pasajeros que vuelan dentro del país y 160 por ciento más que van y vienen del exterior gracias a mas rutas y frecuencias“, sostuvo Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.
Agregó que no pueden “controlar las inclemencias climáticas pero sí hacer todo lo que está a nuestro alcance, con maquinaria de punta, con planes de contingencia y muchos recursos humanos, para mantener las operaciones, pensando siempre en el pasajero y en el turismo tan necesario para el desarrollo del país“.
Con temperaturas que rondaron los 0°C el fin de semana pasado, trabajaron en forma coordinada grupos de 13 personas en el aeropuerto de Bariloche, 12 en el de Esquel y 10 en el de San Martín de los Andes.
El plan se encuentra activo desde mediados de mayo, y gracias a su despliegue y al trabajo continuo, no se produjeron cancelaciones de vuelos, aún con los picos de intensidad de nevada, que llegaron a 14 centímetros de nieve acumulada en la pista del aeropuerto de Bariloche, 30 centímetros en el de Esquel y 34 centímetros en el de San Martín de los Andes.
El programa de control de nieve implica trabajos intensivos que afectan a personal especialmente entrenado y a recursos materiales específicos como son los anticongelantes líquidos y sólidos, los aplicadores, la maquinaria para desalojo de nieve y hielo y los medidores de fricción para superficies que presenten esta problemática.
Las máquinas trabajan prioritariamente en pista, calle de rodaje principal y posiciones de estacionamiento para aeronaves próximas a aterrizar según la necesidad, con una capacidad de limpieza de 15 mil metros cúbicos por hora.
Además de mantener las condiciones de seguridad y operatividad de la pista, se aplican anticongelantes químicos, que mezclados con agua, tienen la propiedad de bajar el punto de congelamiento de la solución a valores de temperatura por debajo de cero grados, previniendo la formación de hielo y nieve.
