A partir de agosto todas las unidades deberán contar con estos cartones amarillos, que tendrán que estar colocados en la parte trasera de la cabecera del asiento del acompañante: a la vista de los pasajeros. En las que además se publican teléfonos para hacer denuncias y quejas.
La nueva identificación, que reemplaza a las que ya existen, cumple con las exigencias de la ley de servicio del transporte público de pasajeros de taxis, la 3.622, que entró en vigencia a principio de año.
Hasta fines de julio los taxistas podrán retirarlas en SACTA – la empresa concesionaria de la emisión y renovación de licencias – y en la calle, de 8,30 a 14: los lunes en Aeroparque, martes en Bernardo de Irigoyen al 1.000, miércoles en Santa Fe al 3.100, jueves en Rivadavia al 7.300 y viernes en Avenida de Mayo al 900.
Para los pasajeros se trata de contar, a simple vista, con información mas detallada sobre el conductor y el auto. “Hasta ahora había mucha diversidad de formatos. La idea es que las nuevas fichas aporten más información y seguridad a los pasajeros”, detalló Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito porteño al diario Clarín.
A partir de agosto los taxistas que no tengan la nueva ficha serán amonestados: a la tercera amonestación se les retira la licencia habilitante por 30 días.
En el último año la Subsecretaría de Transporte controló 18.300 taxis, de un total de 37.000 que circulan por la Ciudad. Casi 900 fueron sancionados por no contar con licencia, VTV vigente o por circular en condiciones deficientes. Veintiocho fueron retenidos por faltas graves y tres fueron denunciados penalmente por no tener la licencia habilitante.