El Capitán Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, condenó el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria y advirtió que las reformas laborales aprobadas por el gobierno afectarán tanto a los trabajadores activos como a los jubilados. “Lo primero que uno siente es indignación y bronca”, afirmó, señalando la traición de aquellos legisladores que impulsaron la ley y luego apoyaron el veto. “Hace dos meses la promovían y ahora, sin sonrojarse, la frenan. Esto demuestra la desconexión total de la clase política con la realidad que viven nuestros jubilados”, añadió.
El capitán fue especialmente crítico con el rol del Poder Legislativo, señalando que mientras algunos bloques, como los de Unión por la Patria y la izquierda, mantuvieron su postura en defensa de los jubilados, otros como Juntos por el Cambio y el bloque Encuentro Federal de Miguel Pichetto, se alinearon con el Ejecutivo para avanzar con reformas en contra de los trabajadores. “El radicalismo perdió su esencia. Lo que queda es un partido vacío, donde algunos tratan de sostener viejos ideales y otros lo usan como plataforma para hacer negocios”, sentenció.
La Reforma Laboral y el Sistema Previsional
La reciente reforma laboral aprobada en el Congreso es, para Moreno, parte de un proceso de precarización que impulsa el gobierno actual. “Lo único que logran con estas medidas es empobrecer a los trabajadores, atacando su dignidad, sus ingresos y sus derechos”, advirtió.
Recordó lo que sucedió en los 90 con la marina mercante, cuando las políticas de flexibilización y las banderas de conveniencia dejaron a los trabajadores en condiciones deplorables. “A pesar de las ventajas otorgadas a los empresarios en aquella época, no se logró consolidar una flota mercante nacional. Esas políticas no son la solución”, explicó.
Los Trabajadores de hoy, los Jubilados del Mañana
“Durante nuestra vida activa, estamos tan enfocados en lo salarial y en las condiciones de trabajo que no dimensionamos lo que significa el paso a la jubilación”, reconoció Moreno. Y añadió que “cuando llega ese momento, el cambio en los ingresos y en las condiciones de vida es brutal”. Por eso, desde su rol sindical, se comprometió a fortalecer el Centro de Jubilados del gremio, con el objetivo de acompañar a los trabajadores en esa transición y luchar por mejores condiciones para ellos.
El dirigente insistió en que el Movimiento Obrero deberá liderar los reclamos por los derechos de los jubilados, pero subrayó que esto no se resuelve solo con resistencia. “Hace falta generar empleo y reactivar procesos productivos”, aseveró como dos puntos clave que considera ausentes en la gestión actual.
“Estamos obligados a plantear un proyecto de país que se base en el trabajo, la educación y la ciencia”, dijo, llamando a los sindicatos a dejar de ser espectadores en los proyectos políticos que no los incluyen, y convertirse en actores clave en la construcción de un modelo de desarrollo nacional.
Finalmente, Moreno hizo una autocrítica: “Tenemos que hacer un mea culpa. Si estamos donde estamos, es porque no hicimos las cosas bien. Es fundamental que el Movimiento Obrero se reorganice como un verdadero factor de poder, con un proyecto productivo que se adapte a los desafíos actuales”.