Miguel Angel Sánchez, no ocultó durante el reportaje lo que para muchos dirigentes empresarios del sector es una cuestión esencial: "la industria naval debe ser una política de Estado". También reconoció que: “Con mejor semblante por un tipo de cambio favorable que permitió la sustitución de importaciones por producción nacional, y políticas claramente estimulantes para la industria argentina, los astilleros volvieron a trabajar y dejaron de penar angustias como durante la década de los '90, cuando muchos de ellos debieron cerrar”.
“Si bien todavía restan políticas y hasta leyes que le otorguen al sector una clara prioridad dentro de las industrias estratégicas, los empresarios son optimistas y no dejan de reconocer que "antes no teníamos nada y ahora hay algo, que vamos a defender a muerte", sostuvo.
¿En qué situación se encuentra la industria naval?
Es un momento realmente positivo en cuanto a perspectivas de corto y mediano plazo, interesantes por el desarrollo y el potencial del sector, en materia tanto de hidrovía, como en el área marítima; y tanto por el mercado interno como por la demanda a nivel regional. Esto a la industria naval argentina nos permite posicionarnos muy bien, por contar además con una trayectoria reconocida a nivel mundial.
¿La época en que cerraban astilleros se terminó?
Síííí….. la de los '90 fue la etapa más negativa para el sector productivo. Pero afortunadamente fue superada de a poco, al ponerse desde el Estado más hincapié en la promoción de la industria nacional.
¿Es suficiente esa actitud del Estado?
No, hace falta que la industria naval sea tomada como una decisión política de Estado, no como una alternativa más. Pero ojo, hay que dejar en claro que antes no teníamos nada y ahora existe algo, y lo defendemos a muerte.
¿Cuáles son sus demandas actuales en este marco de mejoras para el sector?
Como bien dije recién, aspiramos a que la actividad esté dentro de las prioridades del Estado, así el sector mismo va a crecer aún más.
¿Qué hace falta para que la actividad sea prioridad para el Estado?
Bueno, para eso se deben aplicar todas aquellas herramientas que le faltan al sector, como financiamiento, créditos para el desarrollo de bienes de capital y para alcanzar un grado tecnológico más elevado en el sector.
¿Con eso alcanza?
En realidad, una de las cuestiones más elementales es que no hay una ley nacional de la industria naval, para tener un parámetro que permita saber bien cómo nos desarrollamos, hacia dónde vamos y qué queremos hacer como sector.
