Son cada vez más los casos de patentes obstruidas o adulteradas en el país, motivo por el cual la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) intensificó los controles de fiscalización en los últimos meses. Este tipo de infracciones puede implicar una penalización de más de medio millón de pesos.
Según consta en la Ley Nacional de Tránsito (N°24.449), las placas de identificación de dominio son obligatorias para circular y deben ser completamente legibles y sin adulteraciones. Es decir, cualquier modificación que se haga sobre ellas, es una falta grave.
En caso de que un agente de tránsito frena a un auto sin la placa, el inspector le labra la infracción correspondiente y —en caso de que tenga la documentación en regla y no cometa otra falta grave— se lo deja continuar con la marcha. Ahora bien, la infracción es enviada al Juzgado de faltas para que le aplique la sanción definitiva.
En este punto, cabe destacar que, tanto circular directamente sin la patente, como tapar algún número o letra para que no sea identificable, constituyen la misma falta.
Dicha infracción suele involucrar la quita de 10 puntos del scoring para el conductor (dependiendo si la jurisdicción se haya adherido al sistema nacional) y una multa económica que en la provincia de Buenos Aires va desde los $69.900 hasta los $139.800; mientras que en la Ciudad de Buenos Aires equivale a una sanción de $630.200.