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Recibidores de granos y aceiteros acordaron discutir las negociaciones salariales y laborales

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El acuerdo en conjunto fue entre URGARA y la Federación Aceitera y Desmotadora (F.T.C.I.O.DyA.R.A) que lideran Pablo Palacio y Daniel Yofra respectivamente. El documento, al que calificaron de “histórico”, plantea discutir mejoras salariales y laborales en conjunto frente a las cámaras agroexportadoras.

De esta manera, y a través de un comunicado conjunto, los secretarios generales resolvieron “‘coordinar acciones en defensa de los intereses de los trabajadores” ya que “entendemos que manteniéndonos aislados no podremos enfrentar con éxito está situación”, resaltaron.

En ese sentido, sostuvieron “ambas entidades gremiales nos encontramos con las paritarias vencidas, con reclamos salariales y de condiciones laborales más beneficiosas para nuestros trabajadores, y con reclamos de higiene y seguridad que tiendan a la protección de los mismos” y cuestionaron “la respuesta que recibimos es cero a lo salarial y una negativa para las modificaciones a las condiciones de trabajo”.

Sobre el alcance del acuerdo, ambos referentes especificaron que habrá “acompañamiento en las negociaciones paritarias con las cámaras patronales, tanto en la discusión y defensa de nuestros salarios, como así también en los reclamos por mejores condiciones laborales, como es la reducción de la jornada laboral que viene reclamando la URGARA”.

“El camino es encontrarnos en la búsqueda del pleno empleo para los trabajadores que representamos, en la lucha por condiciones dignas de trabajo, con salarios acordes a la realidad del sector, que garanticen una remuneración que asegure a nuestros trabajadores una alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión” coincidieron los dirigentes.

El rol de los trabajadores durante la pandemia

Con respecto al rol de los trabajadores durante la pandemia, los dirigentes se quejaron “trabajamos las 24hs. del día, los 7 días de la semana, los siete meses que llevamos de cuarentena, de manera continua y sin interrupción, y gracias al enorme esfuerzo de nuestros trabajadores se logró procesar y exportar una cosecha récord histórica trabajando en condiciones inseguras y riesgosas para la salud de nuestros trabajadores y sus familias”.

Además, cuestionaron que “dicho sector se jacta de ser la principal actividad económica del país y principal fuente de ingreso de divisas, obteniendo ganancias extraordinarias aún durante la pandemia, por ello es que entendemos que manteniéndonos aislados no podremos enfrentar con éxito está situación”, y aseguraron que “la crisis crece día a día, y las reacciones de las patronales siguen signadas por una ortodoxia económica que pretende descargar sobre los trabajadores sus más terribles consecuencias”.

“En estos momentos los trabajadores y trabajadoras vemos como los efectos de la crisis impactan directo en la clase trabajadora, expulsando cada vez más personas del mercado de trabajo, aumentando la desocupación, profundizando la precariedad y el trabajo no registrado, y produciendo una caída estrepitosa del salario real, el cual además esta afectado por el impuesto a las ganancias, donde la línea de pobreza ha alcanzo al mínimo no imponible de dicho gravamen”, concluyeron.