La Subsecretaría de Pesca notificó a la Prefectura Naval Argentina las sanciones a dos barcos pesqueros que capturaron una cantidad de abadejo superior a la permitida desde 2013 para proteger a esa especie.
Los barcos sancionados son “Gaucho Grande”, de la firma Vicarp; y “Florida Blanca”, de Desafío, que desembarcaron 47 y 70 toneladas de abadejo, respectivamente, cuando el máximo permitido es de sólo 10 toneladas, indicaron fuentes oficiales citadas hoy por la revista especializada Puerto. Aún falta que las autoridades de Pesca procedan de igual manera con el barco “Malvinas Argentinas”, del Grupo Moscuzza; y con el “Antonino”, del Grupo Agliano, que acaba de ser sancionado por descargar 47 toneladas de abadejo, también por sobre los niveles permitidos.
La resolución 3 de 2013 del Consejo Federal Pesquero (CFP) fijó un límite de captura de abadejo de 10 toneladas por marea durante el primer cuatrimestre de cada año, y los barcos que se excedan de ese límite recibirán una suspensión que en ningún caso puede ser superior a 60 días corridos. A partir de la notificación de las autoridades pesqueras, la Prefectura debe labrar el correspondiente sumario respecto de la responsabilidad del capitán y/o patrón, que según la gravedad de la infracción será pasible de multas de hasta 100 mil pesos, suspensión de la habilitación para navegar hasta dos años y hasta la cancelación definitiva de la habilitación.
La última información disponible del Instituto Nacional de Investigaciones y desarrollo Pesquero (Inidep), advierte que la situación biológica del abadejo está muy comprometida. Emiliano Di Marco, biólogo del Inidep, analizó el estado del recurso en el periodo 1980-2015, y concluyó que tanto la biomasa total como la reproductiva tienen una tendencia general decreciente. En este sentido, determinó que la biomasa reproductiva del abadejo sólo llega al 7,5 por ciento cuando debería estar, como valor mínimo en 20 por ciento.
En el Informe Técnico 43/16, el experto del Inidep también destacó que “en los desembarques de 2015 el 81 por ciento de las capturas estuvo conformado por juveniles”, con lo que la capacidad reproductiva “se encuentra altamente comprometida, con una alta probabilidad de no retorno o de no recuperación”. En este contexto, las autoridades pesqueras extremaron en las últimas semanas los controles sobre las capturas de abadejo.