Ayer, la Cámara Alta dio el visto bueno a la ley para apuntalar la industria naval y la marina mercante, que había aprobado Diputados el pasado 22 de noviembre con modificaciones respecto del escrito original.
Con la ley habrá un plazo de diez años para aplicar beneficios tributarios que consisten en subsidiar el 50 por ciento del impuesto a combustibles por 36 meses y suspender por cuatro años el impuesto a la importación de nuevas embarcaciones. En tanto, las contribuciones patronales obligatorias sólo operarán sobre los primeros diez mil pesos brutos del salario. En el proyecto original, los beneficios para el sector estaban previstos por 20 años, sin embargo el gobierno alegaba que tendría un costo fiscal de 500 millones de pesos en el primer año de aplicación y mil millones el segundo, según informó el diario El Cronista Comercial.
El objetivo de la ley es el de generar nuevas fuentes de trabajo, promover e incentivar el diseño y la ingeniería de puertos, crear una Marina Mercante de bandera nacional y rehabilitar la industria naval mediante incentivos estatales, informó el diario respecto de los interesados y representantes del sector. El proyecto original había sido aprobado en el Senado, pero fue modificado en Diputados. Por eso retornó a la Cámara Alta.
Los beneficios tributarios que establecía el proyecto original sin plazo definido, ahora serán por diez años y ya no habrá ley de deducciones de IVA por el pago de contribuciones patronales ni de Ganancias por los montos invertidos. También fue eliminada del texto la exención del Impuesto a las Ganancias para algunos ítems del salario de los trabajadores, como las horas extras.
Las diferencias fueron consensuadas y negociadas luego de la convocatoria que hizo el Ministerio de Transporte a los representantes del oficialismo, la oposición, los gremios y la Cámara de Armadores, Buques y Barcazas. Las diferencias entre el proyecto original y el actual fueron motivo de desacuerdo entre el PJ-Frente para la Victoria, el Frente Renovador, el bloque Justicialista y los gremios, que apelaban a mayores beneficios para el sector. Sin embargo, hubo consenso luego de las negociaciones y logró aprobarse la ley ayer en el Senado.
El plazo de siete años propuesto por el Senado para que la importación de buques no pague impuestos quedó reducido en el nuevo texto a cuatro años, aunque el Ejecutivo tendrá opción de extenderlo por dos años más. Hubo además modificaciones al régimen jurídico de la hipoteca naval que no habían sido incluidas en el proyecto del Senado. En tanto, entre los cambios que sufrió el proyecto sobre la industria naval se destaca la especificación de que el Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional, que deberá ser creado por el Ejecutivo, no podrá tener menos de $ 1500 millones por año, actualizados por inflación.