El buque encarna las ambiciones navales de Pekín y llevará a cabo "investigación científica y experiencias", según el comunicado del ministerio, que no precisó en qué región marítima navegará.
El portaaviones realizó una primera salida al mar en agosto, en una misión de cinco días y, según los expertos, está prácticamente listo. El buque está destinado al ejército ruso.