Es la cuarta medida de fuerza de la CGT al Gobierno de Mauricio Macri y arrancó este martes con un alto acatamiento y varios cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires. La actividad del transporte cumple un rol preponderante para éxito de la medida. El reclamo pone énfasis en la política económica y el acuerdo con el FMI.
La medida de fuerza de 24 horas de la Central Obrera afecta también al resto de los servicios públicos -bancos, dictado de clases, administración pública-, la actividad económica e industrial.
En tanto, el transporte urbano, interurbano y de larga distancia no están en funcionamiento, al igual que la actividad aeronáutica. Las seis líneas de subte y el Premetro prestarán servicio mañana a las 5.30. Los gremios ferroviarios también se sumaron al paro, por lo que no circulan ninguna de las líneas y los colectivos tampoco, por la adhesión de la UTA.
También es parcial el servicio de taxis en la Capital Federal, ya que por un lado adhiere el Sindicato de Peones, de Omar Viviani, pero no la Federación de Conductores, de José Ibara.
Por otro lado, el paro de Camioneros influye en la distribución de correo y la recolección de residuos. UPCN, ATE Y CTA, que iniciaron también la huelga, afecta la atención al público de los organismos estatales. Sin embargo, las guardias en los hospitales funcionarán solo con atención acotada en casos de emergencia.
Los puertos no funcionan, ya que los 19 sindicatos que integran la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) acordaron participar de la medida de fuerza.
El comercio funciona parcialmente, con la adhesión de Comercio, que dirige Armando Cavallieri pero la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), rechazó el paro.
Respecto de los gastronómicos, Luis Barrionuevo se sumó, aunque se estima que es parcial la atención en bares y restaurantes.
A pocas horas del inicio del paro, se conoció una estimación del Ministerio de Economía que calculó que la paralización del país por 24 horas, tendrá un costo económico de 31.600 millones de pesos, equivalente al 0,2 por ciento del PBI.
Sectores como la industria, la construcción y el comercio mayorista y minorista son los más afectados por el paro, ya que muchos trabajadores adhieren o no pueden ir al lugar de trabajo.
El ministro de Producción, Dante Sica, indicó ayer que “estamos en un momento en que cayó la actividad (económica) y tenemos que empezar a recuperarla”, aunque aclaró que “a pesar de esto seguimos manteniendo los canales abiertos” con los gremios de la CGT.
A su vez, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, dijo que “como Estado vamos a trabajar para permitir la libre circulación” y consideró que “esta no es la forma en que se resuelven los problemas” sino que se hace “conversando”.
