En el marco de una causa judicial impulsada por la Fundación Ciudad y el Observatorio del Derecho a la Ciudad, se presentó una pericia técnica que marca múltiples errores en la construcción de la bicisenda que recorre el tramo norte de Avenida del Libertador. Varias críticas cuestionan directamente su existencia.
La evaluación fue realizada por el perito ingeniero civil Daniel Ezequiel Dolinko. Incluye 41 fotos periciales que dan cuenta de las diferentes irregularidades que se detallan durante el camino.
Entre los argumentos de la pericia, se puntualiza en la ausencia de estudios de impacto ambiental, así como de instancias de participación ciudadana, algo que también afectó a muchas obras de Metrobus. A su vez, mencionan que por esta razón aumentaron las denuncias de impactos negativos y los accidentes viales.
De acuerdo al informe, la bicisenda, por otro lado, no responde a los lineamientos generales de las resoluciones nacionales debido a que está ubicado en una avenida, algo que desaconsejan enfáticamente, y tiene caracter unidireccional. A su vez, los carriles no cumplen el ancho mínimo en una arteria con la velocidad de hasta 70 km/h.
A esto se agrega que no existió fundamento del Gobierno de la Ciudad para colocarla en Avenida del Libertador y no en calles paralelas para no perjudicar el tránsito. Eso se suma a la inexistencia durante tramos de protección para los ciclistas debido a la trama de la vía.
Finalmente, también agregan un clásico en las bicisendas porteñas: la existencia de contenedores de residuos, entradas vehiculares a garages, estaciones de servicio, dársenas para carga y descarga, transición en extremos de refugios y obras en construcción que perjudican esa protección y la propia circulación. Y se suman irregularidades en los vados peatonales, que no cumplen el ancho mínimo que establecen las resoluciones.
